Este viernes por la tarde, las organizaciones que nuclean a las trabajadoras sexuales trans volvieron a manifestarse frente al Palacio municipal, ratificando que no acatarán la ordenanza 25.590, que reubica a la denominada Zona Roja en la Avenida 10 de Febrero a 100 metros de la Avenida Antártida Argentina, en cercanías al Cementerio Parque.
“No vamos a ir a la nueva zona roja, nos mandan a la puerta del basural, a 10 kilómetros del centro de la ciudad”, volvió a advertir Victoria Disalvo, referente de la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual, aseverando que “pedimos que nos escuchen, propusimos otras 4 zonas y nunca nos respondieron, ni el intendente ni desde el área de Derechos Humanos”.
Ante la negativa de las trabajadoras sexuales de cumplir con la nueva norma, el secretario de Seguridad, Martín Ferlauto, declaró que “lo primero será persuadir y si se niegan labraremos multas. En caso que no quieran retirarse nos quedaremos ahí a interceptar y persuadir”.
La ordenanza, que entra en vigencia el sábado, contempla un abordaje multidisciplinar al fenómeno de la prostitución callejera, con especial atención en las condiciones de seguridad e higiene de la Zona Roja, en la que en las últimas horas se instalaron luminarias baños públicos, refugios y depósitos de desechos y cámaras de seguridad.
Asimismo, establece multas de 1.000 a 5.000 Unidades Fijas (que se calcula por el valor del litro de nafta y hoy daría entre $ 156.800 y $ 780.000). Serán los jueces de falta municipales quienes establecerán el valor final de la multa.