Pablo Moyano decidió seguir en el triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo (CGT). En una reunión con sus aliados, el dirigente del Sindicato de Camioneros no concretó su amenaza de abandonar la central obrera luego de que el sector mayoritario de la central obrera no lo invitara a la cena con el Presidente en la Quinta de Olivos.
Sus rivales internos deslizaron que el dirigente de Camioneros no recibió adhesiones entre sus propios aliados para irse en bloque de la CGT y formalizar una ruptura que existe de hecho. Pablo Moyano analizó sus pasos durante un encuentro realizado en la sede de su gremio, en San José al 1700, de los representantes del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), donde militan Mario Manrique (SMATA), Omar Plaini (canillitas), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Raúl Durdos (SOMU), Graciela Aleñá (viales) y Cristian Jerónimo (vidrio), entre otros.
Uno de quienes se opusieron a la renuncia fue Hugo Moyano, quien se mantuvo en contacto con sus colegas de la alianza sindical que maneja la CGT para aclararles que él no estaba de acuerdo con la eventual decisión de su hijo mayor. En sus charlas telefónicas, el líder de Camioneros resaltó que tuvo diferencias con muchos dirigentes, pero que nunca rompió la CGT.