En su columna habitual de los jueves del programa Punto de Partida, que conduce Rubén Ferrari emite por la FM 101.9, el dirigente socialista Pablo Aceto equiparó los sucesos conocidos como la Patagonia Trágica con el conflicto de los trabajadores del sindicato del neumático.
“Hace ya 102 años de la Patagonia Trágica como se conocieron los hechos que sucedieron a la huelga de los trabajadores laneros y los peones rurales, que vivían en condiciones miserables en el Territorio Nacional de Santa Cruz, entre 1920 y 1922, donde las campañas mediáticas impulsadas desde los sectores patronales y la prensa mayoritaria de la época, plantearon que se trataba de un movimiento subversivo, e incluso instigado desde Chile, cuando en realidad se trató de un movimiento huelguístico reprimido por parte del Ejército Argentino, que arrojó de entre 1000 y 1500 obreros asesinados o fusilados, durante el gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen”, planteó Aceto.
Puntualizó que “la jornada normal de los obreros de ese entonces era de 12 horas, la de los esquiladores y los arrieros rondaba las 16 horas; los salarios eran ínfimos y frecuentemente eran pagados en bonos o en moneda extranjera que al cambiarla en los comercios era tomada por un valor menor, y los huelguistas exigían que en recintos de 16 m² no durmieran más de tres hombres, que se entregase un paquete de velas a cada obrero mensualmente, que no se trabajase los sábados, un mejoramiento de las raciones de alimentos, un sueldo mínimo mensual de 100 pesos y el reconocimiento de la Sociedad Obrera como el único representante legítimo de los trabajadores, aceptando el nombramiento de un delegado como intermediario entre las partes en conflicto. Pero este pliego fue rechazado por la organización que agrupaba a los estancieros y la Sociedad Rural y la respuesta de los trabajadores fue declarar la huelga general en toda Santa Cruz”.
En tal sentido, remarcó que “hoy a 102 años, nos encontramos con una situación similar, la situación de la Argentina en general con más del 60% de la población marginada de la economía o en situación de pobreza, como es el caso de los trabajadores del neumático, que aun teniendo trabajo formal están debajo de la línea de pobreza, y protagonizan una huelga en reclamo de un aumento de salario, ante la intransigencia de las empresas del sector ,mayoritariamente extranjeras, que están en un momento muy favorable, en el que compran insumos a dólar oficial y venden neumáticos a precio internacional, pero se niegan a reconocer un aumento salarial que es lógico”, agregando que “no acompañar el ritmo de la inflación es bajar sueldos, y el 38% que le ofrecieron a los trabajadores se parece mucho al paquete de velas que pedían en la Patagonia Trágica”.
Subrayó, además, que “los trabajadores del neumático, que desarrollan su actividad de domingo a domingo, es lógico que estén exigiendo por lo menos empardar a la inflación, que tampoco es así porque la inflación siempre llega antes que las actualizaciones salariales de una industria, donde cobran entre un 20 y hasta un 40% menos que el resto de los trabajadores de la industria automotriz”.
Sostuvo que “no solamente los trabajadores del neumático están bajo la línea de la pobreza, también el 60 % de la población marginada de la economía y de los jubilados, se encuentra en la misma situación, mientras las empresas extranjeras, ya sean petroleras, bancos o fábricas de neumáticos, juegan con nuestras reservas, giran sus tremendas ganancias al exterior , fugando divisas del país, cuando por otro lado, se trata de pisarle la cabeza al trabajador del neumático para que esto sirva de ejemplo a los demás gremios para descargar la crisis sobre las espaldas la clase trabajadora y los jubilados”.
Finalmente, el dirigente socialista sentenció que “a 102 años miramos retrospectivamente con vergüenza lo que paso en la Patagonia Trágica, pero ya es hora de que empecemos a pensar que no nos pase a nosotros lo mismo, y que los grandes medios de difusión - que están siempre con propaganda paga de estas empresas - , no terminen cazando y difamando a los trabajadores, diciendo que son los responsables de la crisis, como hace 102 años, cuando los responsables de la crisis son otros, que quieren hacer caer el peso de sus desgobiernos sobre las espaldas de los trabajadores y los jubilados”.