En su columna semanal del programa Punto de Partida en la FM 101.9, que conduce Rubén Ferrari, por la FM 101.9, el dirigente socialista Pablo Aceto, planteó que “ a principios de los sesenta, la ciudad de Curitiba empezó a desarrollar un modelo que generó escuela en lo que respecta a la administración de recursos municipales, y acuñó una frase en materia de tratamiento de residuos, que se convirtió en bandera: ´la basura no es basura´ y, a través del reciclado, produjo papel que equivale a la tala de 7000 árboles diarios, generó empleo y dio una solución donde los recursos se optimizan para obtener el máximo provecho”.
Destacó que “esta escuela generó, también, otras experiencias como el caso de Olavarría y el Departamento uruguayo de Canelones, que aprovechan los residuos para generar energía; y el caso reciente de Balcarce, donde se inauguró un biodigestor que producirá energía alternativa con residuos de actividades agrícola-ganaderas, brindará una solución a problemas ambientales, posibilitando la generación de energía renovable que abastecerá de biogás a 340 hogares, y su residuo se utilizará como, fertilizante”.
Asimismo, Aceto lamentó que “estos ejemplos distan de lo que estamos viendo en Mar del Plata, que quedó atrapada en el modelo de la época de la dictadura militar”.
En tal sentido, puntualizó que “en 1978, se decide terminar con la incineración de residuos en municipios de la provincia de Buenos Aires, salvo en los casos de residuos patogénicos. Desde allí la ciudad comenzó a transitar un camino complejo de intereses cruzados, poco planificados, camino donde la Municipalidad concesionó la recolección de residuos, sin que esto significara un beneficio para las cuentas públicas y mucho menos solucionar el tema”.
Subrayó que “el gobierno de facto estableció una metodología de gestión que otorgó un gran negocio para empresarios que quedaron en una situación de privilegio como proveedores del Estado, no exento de escándalos e irregularidades, dejando como saldo: alguna empresa fallida, empresarios ricos, cuentas públicas severamente comprometidas y los problemas de los residuos urbanos sin resolver”.
Sostuvo que “el modelo de gestión establecido en el año ´78 que hasta ahora nadie ha querido discutir, está transitando un camino sin retorno. Basurales fuera de control, un sistema de recolección caro e ineficiente y un predio de disposición final al borde del colapso. La basura es uno de los problemas más importantes de la ciudad, lo que hace imperativo discutir un nuevo modelo de gestión”.
Finalmente, el dirigente socialista planteó que “muy lejos de los ejemplos de Curitiba, que ve en los desechos una oportunidad de hacer partícipe a su comunidad para ahorrar, reciclar y generar fuentes de trabajo y programas de asistencia social o como el caso de Olavarría y Canelones, cuyas políticas están direccionadas a dar soluciones urbanísticas a los problemas de la ciudad, en Mar del Plata la política ha sido y es gobernar para dar soluciones a los empresarios, lo cual se verifica no solo en la cuestión de la basura sino también en el problema del transporte público y en muchos otros ámbitos, y eso es lo hay que revertir”.