Este martes, el colectivo trans-travesti realizó una conferencia de prensa, en la esquina de Luro e Yrigoyen, para denunciar que “en la madrugada del lunes fue golpeada y detenida por la policía bonaerense una reconocida activista trans-travesti que viene luchando contra la persecución y el hostigamiento en la zona roja luego de la aprobación de la ordenanza n°25590 y el decreto que prohíbe la libre circulación”.
Acto seguido, puntualizaron que “este hecho gravísimo no es un hecho aislado: hace más de 50 días que se montan operativos policiales junto a la patrulla municipal para hostigar y no dejar caminar a las personas que ejercen la prostitución y a quienes no lo hacen, también”.
Asimismo, responsabilizaron “al gobierno local de Guillermo Montenegro y al gobierno provincial del Frente de Todos ante esta avanzada represiva que habilita la persecución de las compañeras trans travestis”.
Por su parte, la trabajadora sexual agredida, Juana González, relató que “lo que me pasó antes de ayer fue que yo estaba caminando por la vieja terminal, volviendo a mi casa y veo una patrulla entonces yo me asusté, porque por la ordenanza las travestis no pueden salir a la calle, hay persecución policial. Mi herramienta siempre fue visibilizar a las patrullas municipales, pero en ese momento no me di cuenta de que no era del municipio sino policial. Cuando los comencé a filmar, me dijeron que lo que estaba haciendo era un delito y que estaba mal. La única herramienta que yo tengo para protegerme de ellos, es esa desgraciadamente. Me pidieron que me registre a lo que yo pregunté por qué si no estaba haciendo nada malo. Me preguntaron qué estaba haciendo, les dije que estaba volviendo a mi casa”.
Añadió que “se bajaron muy agresivamente de la camioneta y yo me puse nerviosa y salí corriendo. Entonces eso fue no querer registrarse y resistencia a la autoridad. Razones suficientes para que me corran, me mañateen, me asfixió una de las mujeres, me dejaron un derrame en el cuello. Yo gritaba 'persecución policial, alguien haga algo' y había un montón de gente y nadie hacía nada. Me apretaron las muñecas muy fuertes con las esposas, me metieron en la camioneta sin ningún motivo, me empezaron a tratar de hombre, que era un pelotudo, que qué hacía ahí, vos tenés algo, estas tomando”.
Remarcó que “presumí que podía pasar en algún momento, pero yo soy argentina. A las migrantes las picanean, es mucho peor. Es muy grave lo que está pasando. Yo fui muy privilegiada pero algún día una que no tenga documento, no va a poder contarla”.
Comentó, además, que “me revisaron la cartera, tenía menos de 1 gramo de marihuana, no puedo entrar por tenencia. Esa fue la razón por la que me llevaron detenida. A pesar de que no me encontraron nada, me detuvieron, me asfixiaron, me desnudaron, me hicieron hacer cuclillas para fijarse que no tuviese anda en el ano y me hicieron borrar los videos que yo había filmado”.