Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), fue reelecto por el voto de los agremiados este viernes 2 de diciembre en el marco de una batalla política y sindical. El oficialista tenía como desafío continuar en el poder tras la candidatura de Miguel Bustinduy, quien contó con el respaldo de Hugo y Pablo Moyano.
Tras dos días intensos de votaciones, el actual titular del gremio que agrupa a los choferes de colectivos consiguió quedarse con la victoria y continuará en el cargo que tomó en 2006. En las elecciones de la UTA fueron validados a votar unos 80.000 choferes de colectivos y ómnibus de todo el país en aproximadamente 1100 urnas.
El papel de los Moyanos tuvo un rol fundamental para que Miguel Bustinduy pueda presentarse como la lista opositora en los comicios, ya que es necesario tener avales y candidatos en cada uno de los distritos del país. El poderoso gremio quedará en manos de Fernández y del jefe de los maquinistas de La Fraternidad, Omar Maturano, ambos conocidos e históricos aliados dentro del oficialismo que habría ganado por un amplio triunfo.
Los dos gremialistas decidieron alejarse del clan Moyano y desde el año pasado han buscado distanciarse explícitamente tras romper relaciones con la Confederación de Gremios del Transporte (CATT).
Las elecciones se llevaron a cabo en excelentes condiciones, contrariamente a lo que sucedió el 16 de diciembre de 2019. En aquella ocasión, un sector atacó la sede de la UTA, ubicada en Moreno 2969, y todo terminó en una brutal pelea y quema de papeles.
El grupo de disidentes opositor ingresó al establecimiento gremial con escaleras y luego tomó por la fuerza el sitio dejando destruidas las oficinas y golpeando a los contrarios que se encontraban en el lugar.
Durante ese día, el reciente reelecto secretario general de la UTA se encontraba en el lugar y escapó por los techos hacia un edificio lindero. Los medios cubrieron el episodio y mostraron el estropicio que desencadenó el sector opositor.