La mujer acusada por el crimen de su marido, Carlos Bustamante, asesinado a golpes en marzo de 2019 en la misma casa de la ciudad de Miramar en la que ocho años antes había sido estrangulado un hijo del matrimonio, será juzgada a partir de este lunes en Mar del Plata, informaron fuentes judiciales
Verónica Vilma González (53), imputada por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”, será juzgada en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 marplatense a lo largo de cuatro jornadas, y podría ser condenada a prisión perpetua.
González está acusada de haber golpeado en la cabeza y la cara a Bustamante (66) mientras dormía, el 22 de marzo de 2019, lo que le produjo la muerte al día siguiente, tras haber sido internado de urgencia.
El tribunal a cargo del juicio estará integrado por los magistrados Alfredo Deleonardis, Gustavo Fissore y Fabián Riquert.
Intervendrá a su vez la fiscal Ana María Caro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar.
A lo largo de las audiencias en los tribunales marplatenses se espera la declaración de cerca de 40 testigos, y se prevé que tras la presentación de la prueba las partes puedan exponer sus alegatos de cierre el jueves próximo, y luego el tribunal anunciará la fecha de su veredicto.
Bustamante murió el 23 de marzo de 2019 tras haber sido golpeado en la cabeza el día anterior mientras dormía, en el domicilio en el que convivía junto a González en Miramar, en calle 27 entre 46 y 48.
A causa de las heridas sufridas, el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal de esa localidad balnearia, y horas más tarde fue derivado al Hospital Interzonal General de Agudos marplatense, donde finalmente falleció.
De acuerdo al pedido de elevación a juicio de la causa, la fiscalía considera que a lo largo de la instrucción, a cargo inicialmente de Florencia Salas, quedó acreditado que la mujer es la autora de este crimen, que conmocionó a la comunidad miramarense ya que fue cometido en la misma casa donde Gastón, el hijo de 12 años del matrimonio, fue estrangulado en 2011 en circunstancias nunca esclarecidas, investigadas en el marco de otro expediente.
Entre las pruebas valoradas en la investigación se destacan los estudios de ADN realizados sobre la ropa de la acusada, que determinaron que una serie de manchas de sangre halladas en algunas de esas prendas se correspondían con el perfil genético de la víctima.
Otro de los elementos destacado por la fiscalía fue que en el dedo anular de la mujer se encontró material genético perteneciente a la víctima, y que todos los rastros que había en distintos ambientes de la casa donde fue atacado mortalmente Bustamante pertenecían a él.
La fiscalía tuvo en cuenta a su vez que, si bien las imágenes de cámaras de seguridad incorporadas a la causa registraron movimientos de la imputada entre las 12 y las 13.10 del día del ataque en una sucursal bancaria local, “todo indica que la agresión se produjo antes”, en momentos en que distintos testimonios la ubican adentro del domicilio.
Una de las últimas pruebas incorporadas a la investigación antes de su elevación a juicio fue un peritaje psiquiátrico complementario que reveló que la mujer “es punible, no es inimputable”, entendía lo que hacía y por lo tanto está en condiciones de enfrentar un proceso oral.
González fue detenida el día del fallecimiento de Bustamante, y cumple prisión preventiva en la Unidad Penal 50 de Batán desde el 26 de abril de 2019.
A lo largo de la instrucción, la mujer nunca quiso prestar declaración ni brindó información sobre lo sucedido.
La fiscalía buscará además que este juicio aporte elementos para avanzar en el expediente por la muerte del hijo del matrimonio.
En esa causa, estuvo imputado inicialmente un joven acusado por el crimen, pero tras la detención de González por el homicidio del padre del menor, fue sobreseído.