En el marco de las comisiones conjuntas de Ambiente y de Hacienda del Concejo Deliberante, el presidente de Obras Sanitarias Sociedad de Estado (Osse), Carlos Katz, fundamentó el aumento del 80% en la tarifa que se proyecta para el 2023, en la situación inflacionaria y pidió avanzar en una “lógica distinta” para que la empresa estatal no quede “financieramente” atrasada.
“Es un porcentaje más alto del que nos gustaría, pero tiene que ver con el contexto inflacionario porque a diferencia de cualquier otro estamento estatal, definimos una tarifa a principio de año y luego estamos administrando ese valor nominal. La situación inflacionaria nos ha desbordado. En ese escenario, hemos incluido una cláusula gatillo por si la inflación no resultara ser mayor a la que está prevista”, planteó Katz.
Si bien Osse proyecta una suba del 80%, en el artículo 4° del Reglamento General del Servicio Sanitario se incorporó la posibilidad de un aumento extra del 20% en el último cuatrimestre.
“No termina teniendo gran incidencia en el cálculo de recursos, es una salvaguarda para que los abismos no se nos hagan tan grandes respecto de la inflación. A nadie lo pone cómodo estar discutiendo esto”, arguyó el funcionario, instando a los ediles a “pensar una lógica distinta” que permita ir actualizando la tarifa “a lo largo del año” para no quedar “financieramente muy atrasados”.
Según las estimaciones de Katz, al aumentar un 80% la factura del agua, se está tratando de recuperar parte del 40% que se perdió este año, en el que el servicio subió un 48% contra el 88% de inflación. En números, en principio, la suba dispuesta haría que el 61% de los usuarios paguen 800 pesos más por mes.
Por otro lado, señaló que el presupuesto de Osse, que asciende a $10.895.440.413,42, está compuesto en un 95% por recursos propios. Y, entre las prioridades hacia 2023, destacó la necesidad de ampliar el Acueducto Oeste.
Hizo hincapié en que “las redeterminaciones de precios en las obras cobran un protagonismo mes a mes”.
En tal sentido, refirió que “este año logramos cerrar con el ENOSA la obra de la segunda etapa del Acueducto Oeste; se arma el presupuesto con el Estado Nacional, se licita en 800 millones de pesos, y mientras se hizo el presupuesto y logramos firmar el contrato con el ENOSA, se fue a 1.300 millones de pesos. La diferencia nos pusimos de acuerdo de sustentarla a medias entre el ENOSA y nosotros, y el excedente que tiene que poner Obras Sanitarias, que no estaba previsto que lo ponga, es parte de los compromisos que tenemos que asumir de obra. La otra posibilidad hubiera sido decirle al ENOSA que desistimos, que no tenemos cómo y cuándo uno desiste de una obra tan importante como la segunda etapa del Acueducto , desiste de la posibilidad de generar más agua potable , que es el paso uno del programa de llevar agua al sur, y sí no podemos dar el paso uno, tampoco podemos dar el paso dos que es hacer una obra en Marconi y Colón parecida a la de Tucumán y Almafuerte para poder desde allí inyectar agua al Acueducto Sur y ampliar la cantidad de barrios del sur que tengan más agua potable”.
“Por lo tanto, no es gratis decir que ´los números se nos fueron de las manos y lo dejamos para más adelante´, porque nunca sabe uno cuando se puede abrir otra oportunidad. Entonces, hay que tomar decisiones y la decisión fue cofinanciar la obra con el Estado Nacional, en un diálogo permanente que tenemos con el ENOSA”, concluyó.