En su columna semanal del programa Punto de Partida, que conduce Rubén Ferrari, por la FM 101.9, el dirigente socialista Pablo Aceto, planteó que “el Mundial ya terminó y la vida continúa con los mismos problemas, que se profundizan como en el tema del transporte de colectivos, donde los reclamos enmarcados en una interna sindical, que se tendrían que hacer en el Ministerio de trabajo ya están impactando en el mal servicio prexistente, que sigue empeorando”.
Sostuvo que “sabemos que la conducción actual junto con sectores de la política y el empresarial son el trípode donde se asienta el gran negocio del transporte público de pasajeros, que no consiste precisamente en dar un buen servicio, sino en la captura de subsidios, que es por eso que quieren seguir manteniendo el negocio y, este miércoles, ha aparecido un cuarto en discordia empeorando la situación, al llevar a la calle un reclamo, que por lógica tendría que hacerse en el Ministerio de Trabajo”.
Subrayó, además, que “ante esta problemática, vemos a una dirigencia política extraviada, queriéndose sostener de donde el “Dibu” Martínez se colgó la medalla o pretendiéndole cambiar el nombre a las ruinas del Estadio Mundialista por este nuevo héroe del deporte, buscando la foto y rehuyendo a lo que son sus obligaciones”.
Hizo hincapié en que “tanto el Intendente como los Concejales de la oposición y del oficialismo deberían terminar con los homenajes, que han venido haciendo desde hace décadas, sin resolver los problemas de fondo y privilegiando el negocio ´non sancto´ del transporte público en manos de sectores privados”.
“Deben ponerse los pantalones largos y dar soluciones de fondo a los problemas que aquejan a los vecinos de Mar del Plata y Batán y, en el caso del servicio de colectivos, insistimos en que deben dar cumplimiento a la ordenanza 6979/87, que implica devolver el control del transporte público a sus dueños, quienes son los ciudadanos de General Pueyredon, a través de una sociedad de Estado. No puede quedar más en manos de empresarios y seudo-sindicalistas, que toman a los usuarios de rehenes recurrentemente”, concluyó.