Sergio Massa cerró un acuerdo con las petroleras para postergar el aumento de combustibles del 1° de enero a la segunda quincena. El gobierno busca que el incremento tenga un menor peso en el índice inflacionario en medio de las subas estacionales.
La inflación pasó del 6,3% en octubre al 4,9% en noviembre y desde el Gobierno creían que el índice de diciembre podría ubicarse en un número superior al 5%. Por eso resulta clave postergar lo máximo posible el aumento de las naftas que tiene impacto en toda la cadena de producción.
Para el primer mes de 2023 ya estaba pautado un incremento de las cuotas de las prepagas, que aumentarán el 8,21% para los sueldos de más de $371 mil y 4,91% para los salarios menores. En el primer caso las subas se aplicarán el 31 de enero y en el segundo a fines de febrero.
En el caso de los combustibles estaba previsto un incremento del 4% mensual de diciembre a febrero y de un 3,8% en marzo.
Postergar la suba de las naftas para la segunda quincena de enero le permite al gobierno diluir el peso del incremento en un mes que suele tener aumentos estacionales.