Este viernes en horas de la tarde, falleció a los 77 años el ex intendente Carlos Fernando Arroyo, confirmaron desde su entorno político.
Durante su trayectoria política en Mar del Plata, fue funcionario municipal y concejal de 2009 a 2015 por Agrupación Atlántica, hasta llegar a ser electo intendente dentro del frente electoral Cambiemos por el periodo 2015-2019, tras derrotar a Gustavo Pulti, que iba en busca de su tercer mandato.
Su gestión al frente de la Comuna, puede ser criticada, pero no se puede decir que haya sido deshonesto o corrupto. Se rebeló ante el doble comando que se ejerció sobre casi todas gestiones municipales desde un reconocido hotel de la ciudad, imponiéndoles sus objetivos económicos empresariales. Así bajo su gestión, el 11 de marzo de 2016, se clausuró el hotel Hermitage propiedad del megaempresario español Florencio Aldey Iglesias, por no contar con las medidas de seguridad necesarias. Dos años más tarde,en el 2018, en el mes de abril encabezó el procedimiento que retiró la cartelería que auspiciaba el nombre "Paseo Aldrey" del Centro Cultural Estación Terminal Sur, de acuerdo a las resoluciones administrativas que oportunamente fueron dictadas, para que el concesionario de esa Unidad Fiscal establezca la verdadera denominación que tiene por ordenanza y no un nombre que no se encuentre dentro de la normativa vigente.
A principios de abril de 2019, Arroyo resolvió por la vía del decreto dictar la caducidad de la concesión del Paseo Las Toscas y Hermitage, que había sido firmada por el ex jefe comunal Elio Aprile en 1999 por el término de 30 años. Los valores que abonaba Aldrey Iglesias en concepto de canon al Estado eran “una burla”: la empresa pagaba $833 por mes por el Casino Del Mar y $8.300 por el resto de la licitación, es decir tan solo $9 mil pesos por mes por la explotación de los múltiples espacios públicos. Finalmente, le impuso un nuevo acuerdo por el cual el canon pasaba de 9 mil pesos a 1 millón de pesos por mes, y dos de los tres balnearios se convertirían en playas públicas equipadas. En tanto, el casino por el que se pagaba 830 pesos por mes, sería reabierto y debería abonar 830 mil pesos mensuales. A su vez, como compensación por todos los años en los que pagó un canon irrisorio, el empresario debía invertir 10 millones de pesos en equipamiento y mantenimiento, abonar otros 10 millones de pesos en 5 cuotas al municipio y pagar 150 millones de pesos en concepto de costo de oportunidad.
Arroyo, también, tuvo un paso relevante como director de la Escuela de Educación Media 2, ubicado en Yrigoyen entre 3 de Febrero y 9 de Julio, una escuela a la que le imprimió su sello personal y le valió el reconocimiento de muchos exalumnos y padres de la comunidad educativa.
En los últimos meses, su estado de salud se había deteriorado y en el mes de julio pasado había sido internado de urgencia por las complicaciones derivadas de un cuadro de infección respiratoria, agravado por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), una afección que obstruye la circulación de aire y dificulta la respiración.