Alejandro Muñoz, quien fue el jefe de seguridad del boliche Le Brique, declaró que los acusados tenían “saña” con Fernando Báez Sosa y que todo el grupo golpeó al joven hasta matarlo. Su declaración se dio posteriormente a la de Juan Manuel Pereyra Rozas, otro de los amigos de Fernando que fue agredido.
“La saña era con Fernando. Se iban turnando [para pegarle]. Todo el grupo pegaba”, recordó el hombre, que ante las preguntas del Ministerio Público Fiscal dijo que el grupo agresor estaba integrado por 8 o 9 personas.
“Constantemente le pegaban patadas. En un momento (Fernando) se quiere levantar. Entonces, uno de los agresores, que estaba vestido de camisa blanca y rodete (en su cabello), le pegó una patada en la cabeza y no se levantó más”, aseveró.
También afirmó que aunque no sabe el nombre del último joven podría identificarlo con una foto. Se complejiza cada vez más el reconocimiento del autor de la patada mortal.
Juan Manuel Pereyra Rozas, otro amigo de Fernando Báez Sosa agredido por los imputados, declaró que Luciano Pertossi le pegó en la espalda dentro del boliche Le Brique.
Además, sostuvo que fue golpeado nuevamente una vez afuera del local bailable, aunque no pudo reconocer a la persona que lo lastimó.
El joven contó que al salir de Le Brique sintió una piña en el oído y pómulo derecho. “Escuché gritos, me dio miedo y lo primero que pensé fue en cruzar. Caminé rápido, sin mirar hacia atrás porque pensé que me seguían”, relató y cuando Burlando le preguntó si temió por su vida, contestando afirmativamente.