En el marco del aniversario de lo que pasó a conocerse bajo el nombre de "Atlanticazo", las organizaciones ambientalistas volvieron a movilizarse en las calles de Necochea, Bahía Blanca, Santa Teresita, San Bernardo, Villa Gesell, Puerto Madryn, CABA, Las Grutas, Comodoro Rivadavia y Rosario, con la mira puesta en el levantamiento que hizo la Justicia en diciembre pasado de la medida cautelar que frenaba la exploración petrolera (petróleo y gas) offshore a 300 kilómetros de las costas de la ciudad en el Mar Argentino. En el caso de Mar del Plata, la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras llevó adelante una masiva marcha desde La Rambla de Los Lobos hasta el Palacio Municipal, coronando la actividad con un festival con artistas locales en el monumento de Plaza San Martín.
A través de un comunicado, los asambleístas afirmaron que “nos plantean una transformación productiva de la ciudad que afectará el ambiente y profundizará la desigualdad social. Los territorios arrasados por la industria petrolera son la clara evidencia de que las ganancias se la llevan los mismos de siempre y a las comunidades sólo nos quedan derrames, basureros petroleros, contaminación del agua y del aire, destrucción de los ecosistemas y de las economías regionales, despojo y una pobreza estructural cada día más profunda”.
Asimismo, apuntaron contra el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, asegurando que “se convirtió en Ministerio de Entrega del Ambiente y Desarrollo inSostenible de la Nación, ya que lejos de cumplir su función de resguardar el ambiente y los bienes comunes, es otra dependencia estatal al servicio de las corporaciones extractivistas”.
Agregaron que “sus funcionarios, con Juan Cabandié a la cabeza, garantizan las Declaraciones de Impacto Ambiental que necesitan las empresas para realizar sus proyectos ecocidas. Por eso, el 30 de diciembre de 2021 autorizaron la Campaña de Exploración Sísmica en los bloques CAN 100, 108 y 114 de la petrolera Equinor (Resolución 436/21). Y el 7 de diciembre de 2022, con la distracción del mundial de fútbol mediante, autorizaron el proyecto ´Pozo exploratorio, Argerich, CAN 100' de la misma empresa noruega (Resolución 19/22)”.
Subrayaron, además, que “los supuestos controles ambientales que debe realizar el MAyDS no existen y no van a existir a 300 km de la costa. Son numerosos los derrames e ´incidentes ambientales´ provocados por estas mismas empresas en la explotación petrolera convencional y no convencional, no sólo en nuestro país. El daño provocado sobre los ecosistemas y las poblaciones cercanas no es mitigable ni remediable”.
Por otro lado, rechazaron “las falsas consultas públicas realizadas por el MAyDS. Tanto las Consultas Tempranas como las Audiencias Públicas virtuales y no vinculantes, lejos de ser un mecanismo de participación y decisión de la comunidad, se utilizan como instrumento administrativo para avalar la entrega de los bienes comunes, incumpliendo el Acuerdo de Escazú”.
Sostuvieron, también, que “la decisión de seguir resistiendo en la calle y también con acciones judiciales, en unidad con todos los territorios que resisten a la voracidad extractivista. No daremos marcha atrás en la defensa del mar, porque si la industria petrolera se instala lo único que se va a derramar es contaminación ambiental e injusticia social”.
Por último, denunciaron por ecocidio a las corporaciones petroleras, al gobierno nacional y provincial, al intendente Guillermo Montenegro y al Concejo Deliberante de General Pueyrredon, al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandie y a la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, a los jueces camaristas Eduardo Jiménez y Alejandro Tazza, a las burocracias sindicales al frente de instituciones gremiales locales como CGT y SIMAPE y al Cluster de Energía y demás consorcios empresariales, “que han sido parte de este entramado corporativo pro petrolero; a aquellos sectores de la ciencia que, por acción u omisión han avalado la instalación de la industria petrolera en nuestra ciudad; y a los medios de comunicación hegemónicos que, sostenidamente silencian la lucha de las comunidades costeras y sólo hacen visibles las falsas promesas de trabajo y desarrollo”.