Los mensajes que los rugbiers se enviaron antes, durante y después de la golpiza a Fernando Báez Sosa en enero de 2020 ocupan una parte central de la séptima audiencia en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
Los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa no quieren hablar en la Justicia, por eso es clave el análisis del contenido de sus celulares. La misma noche del asesinato confesaron todo en una serie de chats en WhatsApp.
Tras el ataque, los rugbiers se habían ido de la puerta del boliche y estaban chateando para encontrarse. Algunos decían de ir a la casa que alquilaron mientras otros estaban comiendo en un local de comidas rápidas.
En la sala, este martes, los acusados miran atentos la pantalla en la que se exhiben sus mensajes, como uno de las 04:10 del 18 de enero de 2020, en el que Ciro Pertossi escribió que “le pegaron a uno”. A las 04:46, envió un audio al resto del grupo en el que les avisa que está yendo a la casa y les pide que vayan todos hasta ahí.
A las 04:55, Lucas Pertossi, que se quedó cerca de la escena del crimen, envió un macabro mensaje a sus amigos en el char “losdelboca3″: “Estoy acá cerca de donde está el pibe y están todos a los gritos. Está la policía, llamaron a la ambulancia. Caducó”.
Otro mensaje clave fue enviado por Blas Cinalli esa madrugada a unos amigos. “Amigo, flasheamos, matamos a uno”, escribió a las 5.15, tras hacer un breve repaso de los hechos que incrimina aún más a los rugbiers.
“Nos cagamos a piñas en el boliche. Nos sacaron a todos. Esperamos a que se vaya la Policía y ahí los recagamos a piñas”, dijo sobre el momento en que atacaron a Fernando y sus amigos afuera del boliche Le Brique.
Blas continuó confesando ante sus amigos: “Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital sin signos vitales. Ahora estamos yendo al Mc Donald's a ver qué pasa. Amigo, flasheamos, matamos a uno. Yo solo quiero fumar flores”.