El ingeniero Edgardo Castro, inspector de Trabajo del Gobierno de la Ciudad, y quien fuera el agente que clausuró el predio de Iron Mountain en 2008, aseguró que tiene grabado en video a su jefe, el coordinador Fernando Cohen, afirmando que no cerraran la empresa porque “llamó Macri”.
“El coordinador Fernando Cohen, era mi jefe inmediato en ese momento y hoy es promovido al máximo rol gerencial en la Ciudad, y reconoce que no hizo actuaciones sobre dos empresas por orden del jefe de Gobierno. En el video, él dice “llamó Macri”, para evitar la acción sobre empresas que tenían pedido de clausura”, dijo Castro en diálogo con radio Del Plata.
Fernando Cohen era coordinador de las inspecciones de higiene y seguridad y hoy es gerente operativo de la subsecretaría de Trabajo dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad.
“En los videos que tengo, los distintos funcionarios que fueron cambiando, todos dicen lo mismo. Hay un director que reconoce que robaron los expedientes y las actuaciones”, aseveró Castro.
Denunció, además, una persecución por parte del Gobierno porteño en su contra por las denuncias que realizó: “Es brutal, parece la Francia ocupada por los nazis, porque alguien me saluda a mí y lo aprietan, es sistemático, y es al nivel del nazismo, como de la época de la dictadura”.
Castro dijo que el caso Iron Mountain “fue el disparador de otras situaciones similares donde se daría una presunta protección del gobierno porteño para evitar cierres y clausuras. Y apuntó a los casos como el de Laboratorios Beta y la empresa Ramón Chozas”.
“Pero el caso Iron Mountain es de una malicia total y absoluta, y siguió cobrando vidas durante 3 años porque yo denuncié irregularidades antes del derrumbe del gimnasio (en Villa Urquiza). Están clarísimas las responsabilidades, es tan burdo y se han manejado con tanta impunidad que da vergüenza ajena”, se lamentó.
Pericias judiciales recientes revelaron que el incendio que acabó con el predio de Iron Mountain en Barracas fue intencional. El fuego provocó la muerte de ocho bomberos y dos miembros de Defensa Civil, y la pérdida de documentación contable de importantes empresas nacionales y multinacionales.
“Iron Mountain es peor que Cromañón porque hubo una intencionalidad perversa y nefasta para ocultar los negocios de los funcionarios”, remarcó Castro.