En el recinto de sesiones del Concejo Deliberante de General Pueyrredon se llevó a cabo este viernes 27 de enero, el acto por el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, presidido por la titular del Cuerpo, Marina Sánchez Herrero.

Asistieron funcionarios del SUIM, con su presidente, Claudia Malamud; miembros del Departamento Ejecutivo, los concejales Alejandro Carrancio (Creciendo Juntos); Daniel Nuñez y Gustavo Pujato (UCR); Horacio Taccone (AM); Roberto “Chucho” Páez, Roberto Gandolfi, Miguel Guglielmotti, Marina Santoro, Verónica Lagos y Sol de la Torre (FdT); Mercedes Morro y Florencia Ranellucci (VJ); y Liliana Gonzalorena (CC ARI MdP).

También estuvieron los defensores del Pueblo Daniel Barragán y Fernando Rizzi; el cónsul de Italia, Santo Purello; y el vicecónsul honorario de Francia, Dominique Zigliara; el rector de la UNMdP, Alfredo Lazzeretti, además de miembros de la Juventud de SUIM. Y se leyó una carta de adhesión del Obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre.

En primer término se proyectó el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditórium-Centro Provincial de las Artes.

Luego, Sánchez Herrero dio la bienvenida: “Cada año rendimos tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratificamos el compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.

Hoy nuestra responsabilidad conlleva educar sobre las causas, las consecuencias y la dinámica de tales delitos, para fortalecer la resiliencia de las comunidades contra las ideologías de odio”.

También se proyectó un video en referencia a la fecha que se conmemora, que es la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.

Hubo sentidas palabras de los jóvenes del SUIM y una movilizante plegaria del seminarista Daniel Somerstein, antesala del encendido de las seis velas: en memoria de los seis millones de judíos asesinados en la Shoá; por el millón y medio de niños asesinados en el mismo período; por los miles de asesinados por los nazis en los campos por sus ideas políticas, religiosas o minorías culturales; en memoria de los Justos entre las Naciones que arriesgaron sus vidas para salvar a los judíos de la muerte; en memoria de los sobrevivientes ya fallecidos; y para iluminar el camino de la construcción de una sociedad mejor.