En diálogo con el programa Propuesta Joven por la FM 90.5, el director ejecutivo de la UGL XI de PAMI Mar del Plata, Fernando Mogni, adelantó que, además del traslado de la sede central a la intersección de Avenida Independencia y Luro, un punto céntrico y de fácil acceso para las y los vecinos de la ciudad, donde llegan todos colectivos, “esto va acompañado por un proyecto de georreferenciación de nuestros afiliados en la ciudad, donde vamos a abrir nuevas bocas de PAMI para que tenga una cerca de su casa donde pueda ir resolviendo sus asuntos”.
Asimismo, destacó que “en correlato con lo que es el Instituto, que es la obra social más grande en términos de afiliados y presupuestariamente también de todo el continente, con casi cinco millones y medio de afiliados, en esta Región conformada por 20 municipios con cabecera en Mar del Plata, que abarca casi toda la Quinta Sección de la Provincia de Buenos Aires, estamos hablando de 240 mil personas afiliadas a nuestra obra social, y solamente en Mar del Plata tiene 127 mil afiliados”.
También refirió que “el Pami tuvo épocas oscuras a lo largo de su historia y su máximo esplendor del 2003 al 2015, que fue cuando se dieron dos hechos hiperrelavantes que tienen que ver con una verdadera reasignación presupuestaria, o sea una conciencia del Estado Nacional de la implicancia del Instituto y de las prestaciones sociosanitarias que daba a una población masiva, pero también las moratorias aplicadas por la entonces presidenta Cristina Fernández , que lo llevó de ser una obra social de poco más de 2 millones de afiliados al número que somos ahora, esto es incorporamos a las prestaciones socio-sanitarias, al igual que el ANSES los incorporó al ámbito de la seguridad social a millones de argentinos, que estaban por fuera de ese sistema, no solo no percibían ni jubilaciones ni pensiones sino que tampoco, por ende, podían acceder a los beneficios de la cobertura de una obra social como era el PAMI”.
“Eso lo que hizo fue modificar estructuralmente el PAMI - prosiguió-, llevarlo a ser una obra social masiva y de todos los argentinos, como muchísimas políticas sanitarias acompañadas en torno a eso. Entre ellas la cobertura total al cien por cien de los medicamentos a los afiliados del PAMI, cosa que se cae inmediatamente asumida la gestión en 2015, que implicó suspender los tratamientos obligatorios y necesarios de millones de adultos mayores y el afiliado tuvo que volver a enfrentar con su jubilación y de su bolsillo los tratamientos medicamentosos que venía teniendo y se había generado una mínima cobertura que era algo más vergonzoso que suspenderlos que era tener una suerte de certificado de pobreza para poder acceder a uno o dos medicamentos. Todo nuestro servicio social se vio volcado a producir esos vergonzosos certificados de pobreza para que una persona accediera apenas a uno o dos medicamentos, y ni siquiera cubría todo su tratamiento médico”.
“Hoy el PAMI no tiene ninguna deuda con ningún prestador ni efector e inmediatamente se puso a trabajar para reconstruir todo ese paquete de prestaciones, acompañado de modificar estructuralmente el formato del trabajo, tenemos lo que se denomina la libertad de elegir, es decir que el afiliado puede decidir dónde y con quien atenderse en todas sus prestaciones. Esto nos obliga a invertir más en los contratos, en los prestadores, en los profesionales médicos que tenemos, pero estábamos convencidos que el Instituto podía afrontarlo y lo hemos demostrado por eso nos preguntamos en razón de qué la gestión anterior hablaba de un PAMI desfinanciado, que daba pérdida y que no había manera de sostener las prestaciones socio-sanitarias de más de cinco millones de afiliados”, concluyó.