En declaraciones a Cazador de Noticias, el referente de la Sociedad de Conductores de Taxis, Raúl Vicente sugirió a al intendente Guillermo Montenegro que “sí no quiere dialogar con los taxistas que por lo menos escuche los consejos de Patricia Bullrich, porque la líder del Pro y precandidata presidencial en su reciente visita a Mar del Plata consultada por el conflicto que enfrenta al gobierno municipal con el sector de los taxistas, sugirió ampliar la cantidad de taxis como primera alternativa para solucionar el problema, coincidiendo totalmente con la propuesta reiterada hasta el cansancio por las entidades que representan a taxistas y remiseros. Quienes, desde hace más de un año, repiten continuamente ante las autoridades municipales que para solucionar el déficit del servicio en horario nocturno es necesario ampliar la cantidad de licencias de taxis y remises habilitados, y que sólo hay que ponerse de acuerdo en el número de nuevas licencias y en la forma de elegir a los titulares de esas licencias”.
En tal sentido, refirió que “Patricia Bullrich, también, se tomó su tiempo para explicar detalladamente la experiencia que se tuvo en Capital Federal desde que Uber ofrece los servicios en esa ciudad. Decía Patricia: ´Hace seis meses que no se conseguía un solo taxi en Capital. ¿Qué paso entonces? Uber dijo el mercado es nuestro y aumentó el valor de los viajes que realiza esa empresa a través de lo que ellos denominan socios conductores´. Por lo tanto, los viajes de Uber pasaron a ser más caros que los viajes en taxis para una misma distancia, dejando en evidencia que hasta ese momento la situación era a la inversa, es decir los viajes de Uber eran más baratos. Y prosiguió Bullrich preguntándose: ´ ¿Qué hizo la gente? Volvió a tomar o a elegir el taxi, ya sea tomándolos en la calle o bien llamando a las distintas aplicaciones y, por lo tanto, hoy en Capital Federal hay una mayor demanda de taxis´. Como conclusión, Bullrich manifestó: 'O sea que un Uber más caro favorece a los taxis´”.
Vicente remarcó que “este relato que hizo Patricia Bullrich es descarnadamente real y una descripción perfecta de cómo actúan estas empresas porque ese relato marca o deja en evidencia una empresa con poder, subiendo o bajando el precio de sus viajes define quién trabaja más o quién está condenado a trabajar menos en el negocio del transporte de personas. Lo que no dice Bulrich es que Uber trabaja ilegalmente en Capital Federal durante más de cinco años y que con sólo con poner precios de un 20% o un 30% menores en sus viajes con respecto a la tarifa que tienen los taxis y que es regulada y fijada puntualmente por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se quedó con gran parte del negocio del transporte de personas y produjo que actualmente la cantidad de taxis que siguen desarrollando su actividad sean aproximadamente el 50% que se tenían hace diez año cuando las licencias habilitadas superaban las 38.000 unidades”.
Subrayó, además, que “lo antedicho demuestra que un servicio público como el taxi o el remis, que insisto que tienen una tarifa fija, determinada por las autoridades de cada Municipio nunca puede ser expuesta a competir con empresas particulares que tengan, por ejemplo, la total libertad de mover sus tarifas libremente, según su conveniencia comercial”.
Añadiendo que “en el ámbito de los negocios empresariales donde alguien con poder económico baja los precios de sus productos por debajo del precio normal para desbancar directamente y fundir a sus competidores y de esta forma ser la única opción para los consumidores, esta práctica se denomina dumping y está penada legalmente en la mayoría de los países”.
“En el negocio del transporte de las personas estas políticas de subir y bajar los precios según el momento o conveniencia lo quieren presentar como una competencia legal”, concluyó.