El Papa Francisco fue internado este miércoles en el hospital Gemelli de Roma y si bien desde el Vaticano informaron en primera instancia que se tratan de “controles programados”, distintos medios italianos reflejaron que su estado de salud era delicado. Finalmente, fuentes oficiales informaron que pasará “algunos días” internado para someterse a una terapia médica por una infección respiratoria que lo obligó a suspender las audiencias previstas para jueves y viernes.
“En los últimos días, el papa Francisco se ha quejado de algunas dificultades respiratorias y esta tarde acudió al Policlínico A. Gemelli para realizarse unos controles médicos”, informó un comunicado del director de la oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Según Bruni, los controles mostraron “una infección respiratoria (excluida la infección por Covid 19) que requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario adecuado”.
Así, el Papa pasará las próximas noches, sin precisión de cuántas, en la habitación que tiene reservada en el décimo piso del lugar y en la que ya estuvo internado 10 días en 2021 por una intervención al colon.
El periódico Il Fatto Quotidiano había informado más temprano que la hipótesis principal de la internación era una posible bronquitis crónica con asma, probablemente desencadenada por el estrés. Además, informó que Francisco se sometió a una tomografía computarizada de tórax que dio negativo, para alivio de la comitiva.
“Desde el hospital se informa que el pontífice, que llegó en ambulancia tras una enfermedad, presentaba problemas cardíacos y dificultad respiratoria”, indicó el diario Corriere della Sera.
“El Santo Padre habría acusado de dificultad respiratoria pero los análisis clínicos, ahora concluidos, habrían descartado problemas cardíacos. Incluso el TAC, para evaluar la situación de los bronquios, daría negativo, según nos informan fuentes médicas”, señaló por su parte La Nazione.
Tras la internación, el Vaticano anunció que el Papa suspendió las audiencias previstas para el jueves y el viernes. No se descarta que se cancelen actividades para el resto de la semana, inclusive las programadas para Semana Santa.
“Se ha hecho espacio en la agenda para que los controles puedan proseguir por el tiempo eventualmente necesario”, planteó a Télam un vocero del Vaticano.