Los desafíos se vinculan con la digitalización, la gestión de la investigación y el papel de las instituciones universitarias en el desarrollo mundial.Presentación en la UNQ sobre los desafíos de las universidades africanas.
En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, las universidades de todo el mundo llevan a cabo transformaciones significativas para adaptarse y responder a las demandas del sistema. En ese contexto, la democratización del conocimiento y la internacionalización de la educación superior permiten que los estudiantes desarrollen competencias globales e interculturales para desenvolverse en el plano profesional y personal. Esto fue parte de lo planteado por la Asociación de Universidades Africanas (AAU) y OBREAL Global, en su visita a la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), donde presentaron los “Desafíos de las universidades africanas”.
La delegación, conducida por Olusola Oyewole, secretario general de la AAU y Apyio Okiwiri, project manager de OBREAL Global, se dio cita a comienzos de esta semana en el Consejo Superior de la UNQ, donde también asistieron varias autoridades de esta casa de estudios.
“América Latina y África comparten desafíos similares relacionados con la educación superior. En ese sentido, buscamos establecer alianzas y colaboraciones que sean relevantes para el desarrollo de todos”, asegura a la Agencia de noticias científicas de la UNQ, Olusola Oyewole. Y agrega: “Sabemos que la UNQ pisa fuerte en áreas como energía, producción de alimentos e ingeniería informática. Por eso nos interesa generar acuerdos para investigar de manera conjunta en estas áreas de desarrollo”.
Hacia la movilidad estudiantil entre dos continentes
La migración internacional de estudiantes extranjeros de nivel superior, además de promover el intercambio y la circulación del conocimiento, fortalece las relaciones bilaterales o multilaterales. En esa línea, Oyewole asegura que aún no hay programas de movilidad entre África y Latinoamérica pero la idea es concretarlos en el corto plazo. “Queremos que nuestros jóvenes se sientan empoderados y que puedan contribuir al desarrollo de la región, con una mente libre y abierta que les permita no solo obtener un certificado sino también las habilidades que necesitan para un mundo cada vez más internacionalizado”, dice.La Asociación de Universidades Africanas convoca a líderes institucionales de educación superior y responsables políticos de todas partes del continente sobre temas clave relacionados con la educación superior y el desarrollo de África.
En esa línea, Okiwiri, project manager de OBREAL Global, explica que en África, el acceso masivo a la universidad es un problema porque son pocas y la mayoría privadas. “Por eso, los acuerdos de cooperación internacional pueden mejorar esta situación”.
Una visión conjunta sobre la educación
La Asociación de Universidades Africanas (AAU), cuya sede se encuentra en Accra, Ghana, fue fundada en Rabat, Marruecos el 12 de noviembre de 1967, siguiendo las recomendaciones formuladas en una conferencia anterior organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Antananarivo, Madagascar, en septiembre de 1962, para la formación de dicha organización vértice.
OBREAL se creó como asociación para implementar un proyecto de cooperación de la Comisión Europea (DG RELEX y EuropeAid). En ese momento, la Comisión Europea señaló en su convocatoria que la relación entre la Unión Europea y América Latina se había estrechado como resultado de las cumbres. birregionales, los acuerdos de asociación existentes (por ejemplo, México y Chile) y las negociaciones de acuerdos de asociación. Por lo tanto, cada vez se requería más asesoramiento para la toma de decisiones en el ámbito de las relaciones birregionales.
En este contexto nació OBREAL, con el objetivo de contribuir a la creación de una red de instituciones y organizaciones de ambas regiones que no contaban con mecanismos de coordinación y/o visibilidad limitada. Como resultado, OBREAL fue gestada por 23 instituciones académicas, centros de investigación de Europa y América Latina, y sus propias redes.
(Gentileza: María Ximena Pérez)