En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Obrero y del Frente de Izquierda Unidad, Alejandro Martinez, sostuvo que “la dolarización de la economía es uno de los tantos debates que están planteados con la idea de en parte desviar el eje de los problemas, porque la dolarización pretende ser presentada para los sectores populares como una solución definitiva a la pobreza o a la miseria salarial y es absolutamente lo contrario”.
Acto seguido, consideró que “la moneda en la que cobremos no tiene mayor importancia en un punto porque lo que está habiendo es una gran transferencia de recursos de los trabajadores hacia los capitalistas antes, durante y después de la pandemia, que se agravó con la misma disparándose en beneficio de los capitalistas y en perjuicio de los trabajadores”.
En tal sentido señaló que “el crecimiento de la economía que pudo haber habido durante estos años se lo han embolsado enteramente los sectores patronales, y en la medida en que el país “necesita” entre comillas cumplir con las deudas que contrajeron y consolidaron los gobiernos anteriores y el actual necesitan acrecentar esa transferencia de recursos para cumplir con los acreedores. Por supuesto que la izquierda se opone a esto y considera que la dolarización ha venido a ser ahora un debate que pretende encubrir esta situación cuando lo que hay que hacer es cambiar la relación de fuerzas entre los trabajadores y los sectores patronales. Eso es lo que nosotros promovemos”.
Puntualizó que “los trabajadores estamos siendo postergados y sometidos con las paritarias y con todo el operativo político que montó el gobierno actual y los ataques de los sectores patronales, y ahora el debate es si van a una política de guerra abierta - y una de las herramientas podría ser la dolarización - o hacerla de una manera más suave, que es lo que plantean otros sectores que igualmente plantean un ajuste, una reforma laboral, previsional e impositiva. Todos coinciden en esto menos la izquierda lógicamente”.
Subrayó, además, que “la división y la crisis política es en torno a cuánto más agresiva tiene que ser la política para con nosotros, sin que esto genere una crisis total y una rebelión popular”.
Refirió, también que “la dolarización todavía no es viable para algunos sectores patronales porque podría generar un desbarajuste generalizado y una lucha abierta por parte de los trabajadores que es lo que están empeñados en que no ocurra. Pero en todas las variantes, la dolarización implica tener salarios de 25, 40 o 50 dólares para los trabajadores, en tanto que las ganancias para los capitalistas siempre estuvieron dolarizadas, ellos calculan sus ganancias, sus inversiones y bienes en dólares y sus gastos incluyendo los salarios en pesos”.
“De modo tal que en buena medida una parte la economía ya está dolarizada con las consecuencias que estamos sufriendo. Aparte de sacar una mayor tajada de los trabajadores, el hecho de generalizar la dolarización significaría tratar de congelar esa situación y agregar un cepo y un cerrojo mayor a la posibilidad de cambiar esa relación de mayor transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores patronales”, agregó.
Finalmente, planteó que “para la izquierda se debe revertir esta situación, organizando fuertemente a los trabajadores para cambiar esta correlación de fuerzas políticas y económicas incrementar los salarios, las jubilaciones, los programas sociales y los presupuestos, poniendo impuestos progresivos y confiscatorios a los grandes capitalistas, dejar de pagar la deuda y nacionalizar la banca y el comercio exterior. Lógicamente que eso va de lleno contra cualquier iniciativa como la dolarización".