Las bolsas cayeron el martes, mientras las acciones de los asediados bancos vuelven a desplomarse y se agrava la preocupación por la economía.
El creciente temor hizo que los rendimientos se hundieran en el mercado de bonos, mientras Wall Street espera el último movimiento de la Reserva Federal sobre los tipos de interés y Washington se acerca a lo que sería un catastrófico impago de la deuda pública estadounidense.
Algunas de las caídas más pronunciadas correspondieron a bancos pequeños y medianos, que han estado sometidos a un fuerte escrutinio a medida que el sistema bancario se resquebraja bajo el peso de unos tipos de interés mucho más altos.
Tres de las cuatro mayores quiebras de bancos estadounidenses de la historia se han producido desde marzo, y los inversores han estado a la caza de cuál podría ser el siguiente en derrumbarse o sufrir un éxodo debilitador por parte de los clientes.