El Gobierno Nacional promulgó la ley que establece tolerancia cero de alcohol para manejar cualquier tipo de vehículos.
Si bien era una medida que ya regía en varias provincias, con la publicación del Decreto 254/2023 en el Boletín Oficial pasó a tener vigencia en todas las rutas y caminos del país.
Se trata, en realidad, de una modificación a la ley 24.449, que elimina el límite de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre y lo lleva a cero.
El decreto lleva la firma de Alberto Fernández, así como también las rúbricas del Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Transporte, Diego Giuliano.
“Queda prohibido conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir”, refiere la Ley 27.714, cuyo proyecto fue impulsado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el Sedronar.
Además, aclara que: “La autoridad competente realizará el respectivo control mediante el método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario”.
El proyecto había sido presentado el año pasado, y antes de ser aprobado en Diputados por amplia mayoría, con 193 votos a favor, 19 negativos y 4 abstenciones, contó con exposiciones de expertos de distintos ámbitos.
De esta manera, más allá de que la provincia correspondiente adhiera o no a la normativa, si un conductor que circula por una ruta nacional es sometido a un control y da positivo, será sancionado.
Según datos de organizaciones de familiares de víctimas, en el país, por el alcohol al volante, mueren entre 14 y 20 personas por día.
De acuerdo con el Observatorio de la ANSV, los jóvenes de entre 15 y 35 años son las principales víctimas viales, y el alcohol es uno de los principales factores, ya que está presente en 1 de cada 4 siniestros viales.
Basándose en criterios médicos y evidencias estadísticas, el Ministerio de Salud de la Nación desaconseja enfáticamente conducir habiendo bebido alcohol, porque su consumo "Aumenta las probabilidades de protagonizar un siniestro vial, cualquiera sea el nivel".
Entre los efectos peligrosos que el alcohol puede generar en una persona que está al mando de un vehículo se encuentran:
La reducción de la visión periférica
La posibilidad de tener visión doble
La disminución de la coordinación
La disminución de la atención
La generación de un falso estado de euforia, seguridad y confianza en uno mismo.