Desde la banca 25 del HCD, este jueves, el Dr. Carlos Trotta se refirió a la situacion de palestinos que fueron expulsados de la tierra que habitan, manifestando que “duele e indigna que quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia, se hayan convertido en verdugos del pueblo palestino. Duele e indigna que la herencia del Holocausto sea la Nakba”.
Evocó que “en 1948, 740 mil palestinos fueron expulsados de su tierra, desalojados de sus hogares y destruidos sus cultivos, 600 millas fueron arrasadas” y en tal sentido hizo hincapié en que “este episodio inusual que se conoce como la Nakba ("catástrofe") continúa hoy en día en forma reiterada, cruel, violenta e ilegal”.
Acto seguido, señaló que “el viejo colonialismo dominaba con una mezcla de poder militar, administradores coloniales y la colaboracion de las clases dominantes del país colonizado pero no transfería masivamente y en forma permanente ciudadanos de la metropolis para establecer una nueva sociedad en las tierras conquistadas, y en el caso palestino se trata de un colonialismo con ocupacion desleal bajo ocupacion de territorio, transferencia de población al territorio ocupado y expulsión o asesinato de los pobladores que allí viven y trabajan bajo constante control militar rodeados por los muros y padeciendo multiples controles cuando intentan circular”.
Subrayó que “la defensa de la tierra hace a la justicia social, defender un territorio hace a la defensa de la vida, defender el territorio ancestral es también es resguardar la identidad cultural y, por lo tanto, la permanencia como pueblo. Un país es la tierra, el territorio. En palabras del poeta palestino Mahmud Darwish: ´Ocuparon mi patria, expulsaron mi pueblo, anularon mi identidad. Y me llamaron terrorista´”.
Puntualizó que “hay un marcado sesgo mediático para ocultar y tergiversar los hechos porque la ocupación no es solo de territorio sino también de la historia, de las subjetividades, de la lingüística y de la economía, de nuestra economía mediante la venta de armamento, de tecnología, de espionaje de la gestión del agua”. Y añadió que: “Tampoco nos es un tema ajeno, tenemos ejemplos propios, nuestras Malvinas el 3 de enero de 1833 fueron usurpadas por dos buques de guerra ingleses que desalojaron a la guarnición argentina en Puerto Soledad, iniciando una ocupación colonial, con desplazamiento y asentamiento de su población que continúa hoy en día, tenemos la apropiación de tierras por parte de corporaciones y latifundistas, la mal llamada Campaña del Desierto, tenemos las declaraciones de la Jefa del Comando Sur Laura Richardson y de la Senadora Republicana por Florida María Elvia Salazar hablando del desierto patagónico pretendiendo tutelar sobre nuestro territorio y repitiendo otra vez el argumento de una tierra sin pueblo”.
Enfatizó que “duele e indigna que quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia se hayan convertido en verdugos del pueblo palestino. Duele e indigna que la herencia del Holocausto sea la Nakba. Un pueblo digno como el palestino que lucha por defender su territorio, su poblacion, su identidad, su soberanía y su libertad merece nuestra solidaridad, merece una Jornada de Reflexión como la de hoy. Y qué podemos hacer? Mostrar solidaridad, no permanecer indiferentes, informarnos con una mirada critica, analitica, ir más allá de la declamada preocupación de los comunicados oficiales y exigir el final de la ocupación. Como bien dice el último informe de Amnistía Internacional: dar testimonio, tomar parte activa en organizaciones humanitarias de acompañamiento o de asistencia medica”.
Finalmente, pidió al Concejo Deliberante, “hermanar a Mar del Plata con una ciudad palestina como se habló en este Concejo el pasado 29 de noviembre, entendiendo que hoy en día el hermanamiento entre ciudades sirve para fomentar el contacto entre personas de diferentes pueblos y estrechar lazos culturales”.