El dirigente del Partido Socialista Auténtico, Pablo Aceto, en diálogo con Cazador de Noticias, trajo a colación que “hace 49 años atrás, en una escandalosa sesión, a los tiros y a las piñas, el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza de excepción para construir el Bristol Center en el predio que ocupaba el Hotel Bristol, la empresa constructora ofrecía a la Municipalidad un centro cultural que quedó en la nada así como el emprendimiento inmobiliario quedó inconcluso”.
En tal sentido, sostuvo que “independientemente de aquel resultado, Mar del Plata ha continuado en un raid de excepción a todo, con un desarrollo inmobiliario que poco tiene que ver con la organización urbanística, y así han crecido como hongos edificios a lo largo de toda la costa, de norte a sur, y los resultados de estas ordenanzas de excepción, que no están pensadas en función de las necesidades estratégicas de la ciudad y del costo de los servicios, podemos apreciarlo, por ejemplo, en la boleta de OSSE, encarecida por este desorden que produjeron las ordenanzas de excepción”.
Asimismo, remarcó que “ahora se está pidiendo una excepción de altura para construir una torre de 21 pisos y un hotel, en el predio donde alguna vez se erigió el icónico Hurlingham Hotel, que excede por mucho la altura de la zona, donde están permitidos 8 pisos, y así como en 1974 como fundamento en la aprobación por excepción del Bristol Center, la empresa constructora ofrecía un centro cultural que iba a ser entregado a la Municipalidad, también en este proyecto se plantea una concesión de este tipo, concretamente la puesta en valor y refuncionalización del Chalet de María y Manuel Peredo”.
Subrayó, además, que “las ordenanzas de excepción han sido una norma general en los últimos años y en las últimas administraciones municipales, una práctica que si bien da alguna solución en un principio termina proyectando mayores conflictos en el futuro, conflictos que los vemos, por ejemplo, en la saturación de los servicios o en sus costos porque el festival de excepciones no tiene en cuenta cuál va a ser la densidad poblacional y la infraestructura adecuada para surtir de aguas o de cloacas a esos edificios”.
“Hay que pensar en eliminar las excepciones para construir torres que terminan colapsando y aumentando el costo de los servicios, no se puede proyectar una ciudad y después hacer excepciones en todos los casos, incluso genera un caldo de corrupción porque, a veces, las excepciones ´valen´”, concluyó.