El candidato a gobernador de Hacemos Unidos por Córdoba, Martín Llaryora se adjudicó el triunfo en las elecciones de Córdoba, a pesar de que aún no finalizó el conteo y se debía esperar al escrutinio definitivo. En este sentido, reclamó "no haber podido festejar como se lo merecía".
"Los más perjudicados somos todos los cordobeses, y en especial aquellos que tendríamos que tener el derecho a festejar por el esfuerzo que hemos hecho en esta campaña", manifestó el actual intendente de la ciudad de Córdoba en un búnker colmado de militantes junto a su compañera de fórmula, Myriam Prunotto.
Con un escrutinio demorado, Hacemos Unidos por Córdoba comenzó en desventaja frente a la candidatura de Luis Juez (Juntos por el Cambio), pero con el correr de las horas Llaryora recuperó terreno. El conteo de votos terminó con 42,76% de los votos para el oficialismo cordobés y 39,76% para Juez, con 94,90% de las mesas escrutadas.
Con fuertes críticas a la Justicia Electoral, el aspirante a la gobernación agregó: "Lamentablemente, en una provincia como la nuestra, a esta altura tendríamos que tener todos los resultados y no los tenemos. Deberíamos estar, aproximadamente, en el 90% del conteo con 50 mil votos de diferencia".
"Por esto uno no puede festejar como nos merecemos festejar, pero vamos a esperar", expresó luego Llaryora e insistió: "Todo el mundo tiene las actas y la tendencia irreversible. Lo que tendría que ser para nosotros una fiesta de la democracia se ve empañado porque los resultados no están, pero la tendencia ya está".
A su vez, agregó: "Me da mucha pena en una provincia como la nuestra, con la tecnología que tenemos, ¿cómo puede ser que no tengamos terminado el escrutinio mayoritario?. Nosotros tenemos fe porque tenemos las urnas y la elección en capital que ha sido una elección maravillosa".