En las últimas horas, fue aprehendido y trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán uno de los sospechosos de asesinar este viernes a Daniel Marcel de 78 años en circunstancias en que intentó defender a su hijo, a quien los mismos delincuentes estaban asaltando en la puerta de su domicilio del barrio Regional.
Según confirmaron fuentes de la investigación, el presunto homicida tiene 27 años, vive a pocas cuadras de quien resultó su víctima y le secuestraron un arma de fuego, calibre 9 milímetros, que en principio tendría manchas de sangre.
Desde anoche y durante toda la jornada habían estado detrás de una pista que surgió a partir de una imagen de cámara de seguridad que permitió tener una primera precisión sobre las características del supuesto asesino.
El episodio se inició cuando el hijo de la víctima llegaba a la casa familiar, ubicada en la calle Gabito Bannat al 3000 a bordo de su automóvil. Tras abrir el portón de acceso al garaje, desde atrás de un vehículo estacionado a algunos metros salieron dos hombres, uno de ellos armado, que lo empezaron a amenazar para robarle sus pertenencias.
El periodista Marcelo Marcel se defendió de la violencia de la situación y forcejeó con el delincuente armado, quien incluso llegó a accionar el arma, pero el proyectil no salió. Debido a que la puerta estaba abierta los ruidos que provenían de la vereda llegaron a la planta superior donde se encontraba Daniel Marcel con su esposa. El padre del periodista se asomó por la escalera y al ver a su hijo enfrentando al delincuente bajó a toda velocidad y pretendió defenderlo. Fue entonces cuando los tres trenzaron en un nuevo forcejeo que acabó cuando el ladrón efectuó el disparo mortal.
Mientras esto acontecía el otro delincuente ya se había alejado con la billetera del periodista y continuó su escape. En tanto, el asesino corrió sin dejar de apuntar su arma por el pasaje Gabito Bannat en dirección a su salida por calle San Lorenzo.
El ahora imputado por el crimen de Marcel, según se informó, tenía en su poder una pistola calibre 9 milímetros con presuntas manchas de sangre. El arma será sometida a peritaje para determinar compatibilidad de esa sangre con la de la víctima y otra balística, que determinará si hay coincidencia con el proyectil que provocó la muerte.