Lula quiere cobrarle más impuestos a los “superricos” de Brasil
El Gobierno de Brasil quiere cobrarles impuestos a los “superricos” que tienen fondos offshore o poseen sus inversiones en fondos exclusivos que actualmente no pagan impuesto a las ganancias, con el objetivo de cumplir las metas de déficit fiscal para 2024, anunció este jueves el ministro de Economía, Fernando Haddad.
La búsqueda por aumentar la recaudación con impuestos a los sectores de mayores ingresos que hoy están exentos es el paso siguiente del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, luego del éxito político logrado con la media sanción de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, que contó con el apoyo de las fuerzas derechistas incluidas en el bloque llamado Centrao, que buscan más espacio en el Poder Ejecutivo.
En ese marco, para cumplir con el nuevo marco fiscal para 2024 aprobado por el Congreso, el gobierno de Lula irá tras los sectores beneficiados por exenciones fiscales, como los superricos y sus fondos de inversión y, en otra punta, por ejemplo, las apuestas digitales deportivas.
Haddad aseguró que en Brasil “existen distorsiones absurdas en el sistema tributario que hay que corregir”.
“¿Alguien cree que un brasileño que es rico, tiene residencia en Brasil y dinero en el exterior, no tiene que pagar por los ingresos de un fondo personal offshore? ¿Por qué? ¿Y los fondos exclusivos, en los que una persona delega acciones a sus descendientes y nunca paga impuesto a la renta? Son cosas que llaman la atención del mundo sobre Brasil”, aseguró Haddad al diario Folha de Sao Paulo.
El ministro de Hacienda ha sido la gran figura del Gobierno en el primer semestre, tras haber logrado doblegar las resistencias y previsiones del mercado financiero y conseguir la aprobación de reforma de simplificación tributaria que eliminó impuestos de los alimentos de la canasta básica de alimentos, además de haber eliminado la regla del techo del gasto público por dos décadas definida por el Gobierno de Michel Temer y defendida por el de Jair Bolsonaro.
En ese marco, Haddad explicó las distorsiones impositivas en Brasil con que los trabajadores que ganan más de 2.650 reales (unos 552 dólares) pagan impuestos a las ganancias, cuando los fondos de inversión de los “superricos” no lo hacen.
“Los trabajadores hoy están exentos del impuesto a las ganancias, gracias al presidente Lula, hasta 2.640 reales, porque subió el piso de ganancias. ¿Y está exenta una persona que gana dos millones y medio? ¿Cómo un país con tanta desigualdad exime al 1% más rico de la población? ¿Cuál será el día en que vamos a mirar el problema y resolverlo?”, aseguró.
El ministro afirmó que el Congreso tendrá la última palabra, pero aseguró que los diputados y senadores, incluso los de la oposición derechista o antiguos aliados del presidente Bolsonaro, deberán enfrentarse a los dilemas de la distribución del ingreso frente a situaciones de crisis globales.
“El Congreso, que tendrá la última palabra, lo sabe: cuando se vive un boom, hay para todos los gustos. Ahora no. Quien no apoye se enfrentará a que haya una persona más con hambre en Brasil”, aseguró Haddad, considerado un presidenciable para 2026 en caso de que el actual mandatario no se presente a la reelección.