“A raíz de un intento de suicidio la jueza determina sacármela e internarla en esa institución porque cree que es lo mejor para ella, porque iba a estar cuidada, no me voy a conformar con que digan que fue un suicidio”, enfatizó Mariela Quintinilla en conferencia de prensa, luego de que el estudio de ADN realizado en los restos óseos encontrados 12 días atrás, en un terreno baldío del barrio Virgen de Luján, son los de su hija.
Asimismo, dejo en claro que “no me voy a conformar con lo que dicen que fue un suicidio, no me voy a conformar, quiero saber la verdad”.
La adolescente Iara Nardelli se encontraba institucionalizada en el hogar Aldeas Infantiles, ubicado a menos de 1.500 metros del lugar donde fueron hallados los restos. La menor se encontraba allí por un cuadro de depresión que atravesaba desde hace dos años.
Fue un compañero de la escuela quien le alertó a la madre de Iara que hacía dos días faltaba al colegio. Las autoridades del hogar no le avisaron a la madre de su desaparición.
El pasado 30 de junio, Iara había hablado por última vez con su madre, siendo esta la última vez que se supo de ella.
La causa está a cargo de la fiscal Florencia Salas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 1 (UFI 1).
Los restos fueron encontrados por un trabajador rural del barrio Virgen de Luján, en el extremo oeste de la ciudad. El hombre había denunciado el hallazgo de un cráneo humano el lunes 10, por lo que tras la inspección del lugar se obtuvieron nuevos elementos.
A pesar de que un grupo de especialistas en rastrillaje rural que viajó desde Balcarce trabajó en el predio, no pudieron recuperarse más restos. Este es un punto que resultó extraño para los investigadores.