Este 2023 bajo el lema “Junto a San Cayetano, pedimos paz, salud, pan y trabajo”, miles de personas se congregaron este lunes 7 de agosto en la parroquia ubicada en Moreno al 6700; realizaron largas colas desde el domingo por la noche para pedir y agradecer al Santo del pan y del trabajo, cuya Misa Central se realizó a las 15, presidida por Mons. Gabriel Mestre, administrador de la diócesis y arzobispo electo de La Plata.
Los alrededores del santuario volvieron a colmarse de puestos en los que vecinos y vendedores ambulantes ofrecieron todo tipo de comidas, como así también artesanías y artículos de santería, entre los cuales las tradicionales espigas son la estrella de esta popular festividad religiosa.
La devoción por San Cayetano se hizo popular a partir de la crisis de 1930, cuando ante la desesperación de los sectores obreros, el párroco Domingo Falgioni organizó una pastoral que impulsó la veneración del santo, que comenzó a ser el del “pan y el trabajo”.
Y, desde entonces, se hizo tradición la concurrencia masiva de fieles cada 7 de agosto a pedir o agradecer por el trabajo y sus intenciones particulares.
Juan Pablo Cayrol, párroco del santuario de San Cayetano, manifestó que este año “se vive difícil” aunque valoró que en el espíritu de los fieles esta jornada “siempre es fiesta”, y resaltó que “es poner en manos del santo las ganas de seguir y la fuerza para seguir”.
Asimismo, refirió que la tradición por las espigas se debe a que un chacarero que, a modo de agradecimiento, llevó unas de trigo al santo y con el tiempo se lo asoció al patrono del trabajo y del pan.
La mística de la fiesta de San Cayetano se mantiene intacta y este lunes volvió a reafirmarse como festividad religiosa más convocante de Mar del Plata.