Salvamento Marítimo ha suspendido el dispositivo de búsqueda de los dos jóvenes marplatenses desaparecidos cuando salieron a practicar pádel surf desde la playa de la Misericordia, en Huelin, el pasado 27 de agosto. Dos semanas después, sigue sin haber pista alguna de Emmanuel Soria y Maxi Ludvik, salvo un vídeo captado por un turista desde un espigón en el que, al parecer, se observa a ambos adentrándose en el mar.
Desde la mañana del 29 de agosto, tanto Salvamento Marítimo como Guardia Civil, con la colaboración de Cruz Roja o de los medios del plan Frontex, han rastreado sin descanso el mar de Alborán teniendo en cuenta la probable derrota que habrían seguido a tenor del viento -de componente noroeste cuando desaparecieron- y las corrientes. Lo único que encontraron fue la tabla de pádel que utilizaron.
Salvamento Marítimo ha mantenido este fin de semana en la zona la embarcación Cronos de Cruz Roja, que hizo las últimas batidas dentro del dispositivo establecido para localizar a los dos amigos. Sin embargo, dado el tiempo transcurrido y los cambios de viento y de marea, las autoridades han pasado desde este lunes de una búsqueda activa a la pasiva, por lo que ya no se han movilizado medios marítimos ni aéreos.
Fuentes de Salvamento han informado de que se ha pasado al sistema de 'radioavisos', en el que se alerta constantemente a todas las embarcaciones que están de paso por la zona del Estrecho y el mar de Alborán y se les informa de que se está buscando a los dos jóvenes por si alguna de ellas los encuentra.
La comunicación de que Salvamento Marítimo paralizaba el dispositivo de búsqueda ha caído como un jarro de agua fría en la familia. No entienden la razón y menos aún las “escuetas explicaciones” que les han dado: “Es protocolo”. “Deberían ponerse en nuestra piel y entender que es muy difícil rendirse cuando no tenemos ninguna prueba de que estén vivos o muertos”, expone Ignacio Soria, hermano de Emmanuel y el mejor amigo de Maxi Ludvik.
Según Soria, hay malestar en la familia con esta noticia y no oculta que las fuerzas empiezan a flaquear en algunos miembros. Los nervios y la incertidumbre sobre el paradero de los jóvenes los mantiene en una montaña rusa emocional, pero Soria insiste en que es importante continuar firmes para que las autoridades no les abandonen y sobre todo “para encontrar un final, el que sea”.
En este sentido, no cejan en su empeño de que les reciban en la Subdelegación del Gobierno, a cuya puerta han llamado en reiteradas ocasiones sin que hasta el momento hayan recibido una contestación satisfactoria. “Creemos que son clave en este caso para que no caiga en el olvido; si nos tenemos que encadenar en la Subdelegación para que nos escuchen, pues lo haremos”. El padre de uno de los jóvenes tenía previsto desplazarse a Marruecos para pedir la ayuda de las autoridades del país en la búsqueda, aunque el terremoto ha alterado sus planes.
Admite que es inevitable pensar por momentos en que los dos amigos argentinos hayan fallecido, pero tratan de no perder la esperanza. “¿Por qué no imaginar que puedan estar ingresados en un hospital, inconscientes y recuperándose de algo que les hubiera podido ocurrir? Seguimos creyendo en el milagro”, subraya.
Por otra parte, un buque avistó este sábado el cadáver de una persona flotando en alta mar, al sur de Motril, y dio aviso a Salvamento Marítimo, que envió una embarcación de su flota para rescatar el cuerpo y trasladarlo a tierra firme, concretamente a Algeciras, donde se llevó a cabo el levantamiento y la posterior autopsia en el Instituto de Medicina Legal.
Según las fuentes consultadas, el cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición, lo que impedía una identificación preliminar, al menos a simple vista, por si podía corresponder al de alguno de los dos jóvenes argentinos desaparecidos en Málaga.
Salvamento Marítimo avisó el sábado a la familia de ambos del hallazgo del cadáver y, según Soria, les requirió una muestra de sangre para comprobar la identidad. “Fue totalmente innecesario porque ya cuentan con una muestra de ADN para usarla en el cotejo sin necesidad de que tengamos que enterarnos de cada comprobación que realizan. Vivimos 24 horas muy angustiosas hasta que la Guardia Civil nos llamó descartando que fuera Emmanuel o Maxi”, zanja.
(Fuente: Diario Sur de Málaga)