En declaraciones al programa Propuesta Joven por la FM 90.5, Cristian Palmisciano, sociólogo egresado en la UNMDP, docente de la Facultad de Humanidades y becario de Conicet, explicó cómo el discurso de Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza, “lleva a una justificación del Terrorismo de Estado”.
En tal sentido, planteó que “a través de la fundación del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), Villarruel dio un giro estratégico a su carrera como militante de ´la otra memoria´, se empieza a desviar de la idea de reivindicar ´la guerra´ y empieza a reivindicar la idea de que existen víctimas que son olvidadas en la memoria de la década del setenta y que merecen algún tipo de reconocimiento por parte del Estado. A partir de ahí, empieza a hacer una equiparación entre la idea de que, también, los delitos cometidos por las organizaciones revolucionarias son delitos de lesa humanidad, se traza una equiparación entre la figura de los desaparecidos y la de las víctimas civiles y militares de las organizaciones revolucionarias”.
Dejó en claro que “el dolor de los familiares de esas personas es legítimo, pero es distinto el tratamiento político que le quiere dar a ese dolor”.
No obstante, subrayó que “durante la dictadura la idea de reclamar por la existencia de otras víctimas aparece como parte de un sistema de inteligencia, por eso durante esa época hay bastante documentación y libros producidos por la dictadura donde hacen estas equiparaciones entre víctimas de organizaciones guerrilleras y víctimas del Estado, siempre con la pretensión de recordar a los argentinos de que hubo una guerra y que esto justificaba el accionar de las Fuerzas Armadas. Obviamente, que lo que entendemos desde el ´83 para acá es un consenso de que los delitos del Estado son peores y que, por lo tanto, no se puede establecer esa equiparación, pero Villarruel encuentra en este reclamo una posibilidad de empezar a abrir una discusión que lleva a una justificación del Terrorismo de Estado”.
Remarcó, además, que “me sorprendió que Milei al negar los 30 mil desaparecidos durante la dictadura haya corrido la discusión un poco más de lo que la venía planteando Villarruel, a ella es difícil de encontrarle declaraciones defendiendo que hubo una ´guerra´ o defendiendo a los militares que cometieron delitos de lesa humanidad, no porque no lo piense. Eso no lo sé porque no estoy en su cabeza, pero por lo menos se cuidó bastante en mantener la discusión en cuanto a ´las víctimas del Terrorismo´, como dice ella, y no en la defensa de los militares que fueron juzgados, a pesar de sus visitas permanentes a la cárcel. Pero, en ese sentido, fue muy hábil para plantear una discusión diferente y que justamente le permitió participar de distintos espacios en las últimas décadas”.
Y concluyó recalcando que “lo que encuentra Villarruel es la posibilidad de dedicarse a una cuestión que tenía mayor legitimidad que es hablar de víctimas solamente y a partir de ahí se puede introducir en distintos lugares, hay todo un andamiaje internacional de víctimas del terrorismo, que se refuerza mucho después de lo que fue el atentado a las Torres Gemelas y justamente ella participa de ese tipo de espacios durante los últimos años y, también, se vincula con organizaciones de víctimas del terrorismo en España y eso intuyó que le abre la puerta a los tratos con el partido de ultraderecha española Vox”.