En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata - Batán, Pablo Aceto, planteó “diariamente nos informan que se baten récords de producción de crudo especialmente en Vaca Muerta, pero no se está viendo reflejado y contrasta con el desabastecimiento de combustibles en muchas ciudades del interior y en los surtidores de Mar del Plata nos encontramos con el cartel que indica que se vende hasta $5000, lo cual deja a las claras que este modelo no está generando los beneficios que se supone que debe producir un país que está levantando cabeza en lo que es la producción de combustibles”.
Acto seguido, aseveró que “se puede entender hasta por ahí nomás que exista desabastecimiento de combustibles Premium porque hay que importarlos dado que los inversores que se supone que vinieron a la Argentina no están invirtiendo en refinerías para lograr ese tipo de calidad, pero lo que no se entiende es por qué la producción argentina no llega a los surtidores”
Señaló, además, que “hay un acuerdo evidentemente no muy consensuado de congelamiento de precios hasta el 15 de noviembre, con lo que podría pensarse que las petroleras están perdiendo plata pero no es así porque no se está hablando de costos por debajo de los costos de producción, sino que se está hablando de un precio límite sobre el valor de mercado”.
Subrayó que “hay que tener en cuenta que este recurso es de los argentinos y que los primeros beneficiarios tienen que ser los argentinos, es sabido que la energía es elemento base de cualquier sistema de producción porque sin energía no hay producción, pero no obstante ser un bien estratégico sigue siendo tratado como commodity o sea como un ´producto objeto de comercialización´, tal como se planteó en la década del menemismo sin solución de continuidad porque todavía el mismo modelo continúa, a pesar de que pasaron gobiernos que se autoproclamaban de matriz ideológica distinta”.
Hizo hincapié en que “sin hablar del despojo y la estafa de las privatizaciones de los años ´90, desde el 2012 al 2022 los argentinos con subsidios directos le dimos a las petroleras 12.609 millones de dólares, pero éstas - muchas de ellas extranjeras o nacionales que terminan siendo una máscara de capitales extranjeros- no invirtieron ni un peso. Y no solamente los subsidiamos con subsidios directos sino también con la utilización de nuestros recursos como el agua, que no se les cobra y a la cual la dejan inútil”, añadiendo que “también, la resolución 509 del 2023 eximió de retenciones a la industria petrolera, es decir que pueden exportar sin pagar retenciones”.
Remarcó, además, que “la Argentina tiene la capacidad instalada desde hace muchas décadas de refinar 610.000 barriles de crudo diarios, lo cual no explica el desabastecimiento por lo menos de los combustibles comunes o súper como se los conoce ahora. En tanto, el Estado nacional invirtió 2.500 millones de dólares para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner para que las petroleras y las gasíferas, alguno objetará que se ahorra el doble de lo que se tiene que exportar pero a este ritmo, si nos desabastecen tampoco estamos ahorrando”.
Sostuvo que “este es un modelo de entrega del patrimonio nacional que no está para beneficiar a los argentinos, por el contrario, por ejemplo, hubo que pagar 45 dólares el barril criollo cuando en el mundo valía 19 o 20 dólares porque se había venido abajo el precio internacional de los combustibles, no solamente durante la pandemia sino también en otra etapa histórica. Y todo gracias a esta visión que han tenido los gobiernos que desde el ’90 hasta ahora han conducido el país con esta idea de incentivar la producción petrolera, que no es otra cosa que los argentinos garantizando la rentabilidad a estas empresas”.
Recalcó que “este modelo de subsidiar e invertir con los recursos del Estado nacional en infraestructura para garantizar la rentabilidad de las petroleras extranjeras, de sostenerlos en los tiempos malos para que en los tiempos buenos nos cobre a valores de mercado es un modelo que ha fracasado y explica las razones del empobrecimiento de la Argentina”.
“Hay un lockout empresarial en relación con la disponibilidad de combustibles en la Argentina, lo cual es un tema más que complicado, entre otras cosas por la producción, y la única solución es cerrar definitivamente la década del ´90, terminar con estas privatizaciones y darle la jerarquía a la energía de valor estratégico, de otra forma seguiremos de esta manera subsidiando la rentabilidad de empresas que ni siquiera son del país y hundiéndonos más en el subdesarrollo y el encarecimiento de los precios, producto de los aumentos de la energía”, concluyó.