Israel incursionó sobre Gaza con ataques aéreos y puso a los 2,3 millones de habitantes del enclave bajo un asedio total, prohibiendo incluso los envíos de alimentos, combustible y suministros médicos.
Desde el 7 de octubre, 3.785 palestinos fueron asesinados, incluidos más de 1.500 niños, informaron los funcionarios. La ONU informó que más de un millón se quedaron sin hogar.
Muchas personas aún no dejaron Gaza por temor de perderlo todo y de no hallar lugar seguro a donde ir, ya que las zonas del sur también están bajo ataque.
El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén, la principal denominación cristiana palestina, denunció que las fuerzas israelíes habían atacado la Iglesia de San Porfirio en la ciudad de Gaza, donde cientos de cristianos y musulmanes habían buscado refugio.
Un trabajador de defensa civil reportó que dos personas en los pisos superiores habían sobrevivido; los de los pisos inferiores habían sido asesinados y sus cuerpos todavía estaban entre los escombros.
"Sintieron que estarían a salvo aquí. Salieron del bombardeo y la destrucción, y dijeron que estarían a salvo aquí, pero la destrucción los persiguió", gritó un hombre.
La oficina de medios del gobierno de Gaza dirigida por Hamas informó que 18 palestinos cristianos habían sido asesinados. No hubo noticias inmediatas de la iglesia sobre el número final de muertos.
Agregó que atacar iglesias que eran utilizadas como refugio para personas que huían de los bombardeos era "un crimen de guerra que no puede ser ignorado".
El ejército israelí dijo que parte de la iglesia resultó dañada en un ataque a un centro de comando militante y que estaba revisando el incidente.
En Zahra, una ciudad del norte de Gaza, los residentes reportaron que todo su distrito de unos 25 edificios de apartamentos de varios pisos fue arrasado.
Recibieron mensajes de advertencia israelíes en sus teléfonos móviles a la hora del desayuno, seguidos diez minutos más tarde por un pequeño ataque con drones que recalcó el mensaje.
Media hora después de la advertencia inicial, aviones de combate F-16 derribaron los edificios en enormes explosiones y nubes de polvo.
"Todo lo que alguna vez soñé y pensé que había logrado se había ido. En ese apartamento estaba mi sueño, mis recuerdos con mis hijos y mi esposa, olía a seguridad y amor», reveló Ali, un residente del distrito", en declaraciones a la agencia Reuters bajo reserva de su nombre completo por temor a represalias.
La oficina de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas confirmó que más de 140.000 viviendas -casi un tercio de todas las casas en Gaza- fueron dañadas y casi 13.000 completamente destruidas.
El sur del enclave también se vio afectado periódicamente y las autoridades de Gaza informaron que hubo varios muertos y heridos en nuevos ataques contra Khan Younis, la principal ciudad del sur del enclave.
Mientras que las tropas israelíes se concentran alrededor de Gaza en previsión de una orden de invasión, el conflicto también se extendía a otros dos frentes: Cisjordania y la frontera norte con el Líbano.
El Ministerio de Defensa ordenó a los residentes de la ciudad israelí más grande cerca de la frontera libanesa, Kiryat Shmona, que fueran evacuados a casas de huéspedes.
En Cisjordania, el Ministerio de Salud palestino dijo que 18 personas murieron, incluidos cinco niños, después de que las tropas israelíes atacaron y convocaron ataques aéreos contra el campo de refugiados de Nur Shams, cerca de Tulkarm.