El papa Francisco autorizó la canonización de la beata argentina María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como Mama Antula, según confirmó este martes la Santa Sede.
En una audiencia del pasado martes con el prefecto para el Dicasterio para la Causa de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, el pontífice argentino aprobó la publicación del decreto para la santificación de Mama Antula.
Lo hizo después de reconocer un supuesto milagro obrado por la intercesión de la hasta ahora beata.
Mama Antula (1730-1799) había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en 1904 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.
En ese entonces se trató de una cura sin explicación médica a la hermana Rosa Vanina, una religiosa del instituto de las Hijas del Divino Salvador.
De acuerdo a la documentación que consta en la causa de canonización, fue una colecistitis aguda, con todos los síntomas del shock séptico, que en aquella época, sin antibióticos, era mortal, pero la hermana Rosa se recuperó rápidamente, en una prueba que según el Vaticano demostró ser un milagro.
En 2010, Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de Mama Antula al considerarla “venerable” tras reconocer que “practicó las virtudes cristianas en grado heroico”.
Nacida en 1730 en Silipica, Santiago del Estero, y fundadora en Buenos Aires de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, Mama Antula falleció el 7 de marzo de 1799, y sus restos descansan en la actualidad en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, de la ciudad de Buenos Aires.
En octubre de 2014 la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, declaró a la tumba de Mama Antula como Sepulcro Histórico Nacional.
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado Venerable Siervo de Dios; la segunda, beato, y la tercera, santo.
Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato, como en este caso.