Gaza “se está convirtiendo en un cementerio de niños”, advirtió este lunes el jefe de Naciones Unidas, Antonio Guterres, mientras aumenta el número de muertos y crecen los llamamientos en todo el mundo para un alto el fuego, al cumplirse un mes del asalto de Israel contra Hamas, el grupo militante que dirige el enclave.
“La pesadilla de Gaza es más que una crisis humanitaria. Es una crisis de humanidad”, declaró a la prensa en Nueva York el secretario general de la ONU, quien añadió que la necesidad de un alto el fuego es “más urgente cada hora que pasa”.
El número de muertos por ataques israelíes a Gaza desde el pasado 7 de octubre supera ya los 10.000, según informó este mismo lunes el Ministerio de Salud de Gaza. De ellos, 4.104 son niños.
Tanto el Gobierno gazatí como la ONU y otras organizaciones de ayuda han denunciado ataques sobre objetivos civiles, entre ellos escuelas y hospitales.
Por su parte, la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras alertó que la situación en la Franja es ya “una catástrofe humanitaria que no tiene precedentes en la región” y denunció “una falta sistemática de respeto al Derecho Internacional Humanitario”.