Preocupado por la finanzas municipales, Guillermo Montenegro retomó las riendas del Municipio, tras una semana sabática a la sombra de los pinos en Termas de Río Hondo.
Se lo escuchó decir a su regreso que al cabo de los cuatro años de su primer mandato les pagó los favores electorales a todos ños socios de la coalición gobernante y que algunos estuvieron a la altura de las circunstancias mientras que otros fueron parte de los mismos problemas que debieran haber resuelto.
Según fuentes allegadas al Lord Mayor, en sus planes para iniciar el segundo mandato, tendría previsto reorganizar e insuflar oxígeno a su gabinete y realizar algunos recortes en la planta política, compuesta 'por no menos de 132 funcionarios, de los cuales si bien tres son asesores ad honorem, es decir que no perciben ninguna retribución económica, el gasto político de los 129 restantes representó durante el mes de noviembre alrededor de $ 154.134.430.70, en los que se incluyen los sueldos en bruto de los secretarios, presidentes de Entes, el síndico y el presidente del directorio de OSSE, subsecretarios, delegados municipales, vicepresidentes de Entes y de OSSE, directores generales, directores coordinadores y el administrador general de ARM.
Las mismas fuentes aseguran que Montenegro metería mano en su equipo de trabajo, focalizando modificaciones en algunas Secretarías como la de Gobierno, Entes Descentralizados como el, EMSUR EMDER y el EMTUR y delegaciones municipales como la Delegación Puerto.
Desde su círculo áulico afirmaron, también, que se lo escuchó decir: “Ahora, es tiempo de gobernar con lo que se tiene…”.