El prestigioso diario estadounidense Wall Street Journal publicó un artículo analizando la propuesta de dolarización de la economía argentina por parte del presidente electo Javier Milei. La visión del medio especializado en economía es crítica y pone en duda la viabilidad de esta medida en la pieza que lleva por título “Para la Argentina, la dolarización puede funcionar mejor en Youtube que en la realidad”.
Milei, descrito por el periódico como un anarcocapitalista y una figura emergente en plataformas como YouTube y TikTok, capturó la atención del electorado argentino con promesas de un cambio radical en la gestión económica del país. Entre sus propuestas más llamativas se encuentran la eliminación del Banco Central y la adopción del dólar estadounidense como moneda nacional.
“El presidente electo anarcocapitalista de Argentina tiene razón en que el país necesita desesperadamente dólares. Pero su plan económico para conseguirlos podría ser el equivocado”, señala el texto.
El Wall Street Journal reconoce la lógica detrás de la dolarización, especialmente en un contexto donde la economía argentina enfrenta una inflación desbordada del 143% anual y una escasez crítica de dólares que afecta la producción industrial y el cumplimiento de obligaciones internacionales. Sin embargo, el periódico advierte sobre los riesgos y desafíos de esta estrategia.
“En las naciones emergentes, la mayor parte de la inflación proviene del cambio de divisas. La hiperinflación luego erosiona la capacidad de los países para recaudar impuestos y conduce a déficits e impresión de dinero”, detalla el artículo.
“La dolarización ciertamente haría el trabajo: la inflación en Ecuador, El Salvador y Panamá, que utilizan el dólar, está en niveles manejables”, agrega.
Pero no sin dificultades. Uno de los principales problemas señalados es la elección de un tipo de cambio de conversión adecuado. Un error en este aspecto podría ser fatal para la economía. Además, la necesidad de adquirir dólares suficientes para reemplazar todas las tenencias de pesos, estimadas en más de 9 mil millones de dólares, parece una tarea poco factible dada la actual situación financiera del país.
“Elegir la tasa de conversión incorrecta puede ser fatal. Además, los dólares necesarios para intercambiar todas las tenencias de pesos probablemente superen los 9 mil millones de dólares”, marca la publicación.
El artículo también recuerda la experiencia de Argentina con la paridad fija con el dólar entre 1991 y 2002, sugiriendo que renunciar a la soberanía monetaria podría exacerbar las crisis económicas en lugar de aliviarlas. La experiencia de países como Grecia en la zona euro es citada como un ejemplo de los riesgos asociados.
El Wall Street Journal sugiere que las políticas de Milei podrían ser moderadas por el Congreso argentino, acercándose más a las posturas de líderes pro-mercado como Mauricio Macri. Sin embargo, el periódico no ve esto como una solución definitiva, recordando la crisis desencadenada por la estrategia de endeudamiento de Macri y su posterior recurso al FMI.
“El Congreso de Argentina podría terminar suavizando las políticas de Milei para que se parezcan más a las del líder pro-mercado Mauricio Macri”, argumenta el Wall Street Journal.
“La solución de Macri para obtener dólares fue pedirlos prestados sin restricciones a inversores extranjeros, lo que desencadenó una crisis cuando la economía se desplomó en 2018”, agregó.
Finalmente, el análisis concluye que la dolarización no aborda el problema de fondo de la economía argentina: la necesidad de reformas estructurales que generen un flujo sostenible de dólares. Se menciona la estructura productiva desequilibrada del país, con una agricultura extremadamente productiva en contraste con un sector industrial menos eficiente. El artículo sugiere que políticas industriales orientadas a la exportación, similares a las implementadas en Corea del Sur y Vietnam, podrían ser una solución más efectiva que la dolarización propuesta por Milei.
“Argentina finalmente necesita cerrar la brecha de productividad a través del tipo de políticas industriales orientadas a la exportación que han funcionado en Corea del Sur y Vietnam”, concluye el artículo.