Los fondos que el Gobierno Nacional envía a la Provincia de Buenos Aires serían drásticamente reducidos el próximo año. Según fuentes de la ciudad de las diagonales, Milei, sus más cercanos colaboradores y Mauricio Macri habrían coincidido en la necesidad de girar a la administración bonaerense únicamente las partidas que corresponden según la aplicación estricta de la ley de Coparticipación de impuestos.
El gobernador Axel Kicillof acaba de reunirse con el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, a quien le llevó un minucioso detalle de los recursos que recibe la administración bonaerense. Tanto los que le corresponden por transferencias automáticas como los que ha venido recibiendo como Adelantos del Tesoro Nacional que de alguna forma vinieron a compensar la histórica discriminación en materia de reparto de fondos que sufre desde hace décadas el principal distrito del país.
Kicillof aspira a que esa asistencia extra coparticipación se mantenga para fortalecer el plan de obras que tiene previsto, atender demandas salariales y fundamentalmente apuntalar la contención social en tiempos de elevados índices de pobreza y marginalidad.
Pero la motosierra que esgrimió el presidente electo en parte de la campaña electoral se activaría apenas asumido para podar de cuajo gastos del Estado. La Nación no puede per se reducir giros automáticos de la coparticipación, pero sí achicar o directamente eliminar los aportes no incluidos en ese concepto. Ese camino es el que emprendería el nuevo Gobierno. La Provincia ya entró en alerta. “Es una decisión política que ya está tomada”, aseguran fuentes que dialogan con integrantes del futuro gobierno de Milei.