Daniel Octavio Spinelli tiene 51 años, vive solo con sus 8 perros en Villa Udaondo, es rescatista de animales de alma, y plomero, gasista y electricista de profesión.
Esta semana llegó al grupo de WhatsApp de perros perdidos y rescate que administra la noticia de que una perrita había caído en la parte abierta del arroyo entubado que pasa por la avenida Martín Fierro y el Camino del Buen Ayre. Ni bien lo leyó, sin dudarlo un instante se dirigió al lugar en compañía de un colega. Una vez allí se sumergieron en el arroyo hasta divisar al animal e intentaron rescatarlo pero la tarea no fue sencilla: se les escurrió entre los brazos en varias ocasiones hasta que finalmente logró zafarse y se metió en el túnel por donde corre el arroyo que llega hasta el espacio verde del Barrio Aeronáutico en Ituzaingó.
Pese al peligro que significaba inmiscuirse en ese espacio cerrado, Daniel decidió entrar al túnel y perseguir a la perra durante unos 300 metros. “A esa altura comenzó a faltarme el aire y sentí que estaba a punto de desmayarme”, le contó a Primer Plano Online, por ese motivo debió salir.
Desesperado, llamó al cuartel de bomberos de Villa Udaondo, pero le comunicaron que no podían ir al lugar en ese momento. “A esa altura era una cuestión de vida o muerte poder rescatarla porque estaba a punto de llover y ese arroyo se inunda, con lo cual la perrita corría serios riesgos de morir cuando subiera el nivel del agua”, rememora con la misma angustia que lo invadió por esas horas.
Por fortuna, una comunicación telefónica con una periodista del canal Crónica TV a quien le narraba lo sucedido le allanó el camino para llegar al intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Daniel le relató su desesperación por lo que estaba ocurriendo y pocos minutos después llegaron al lugar dos dotaciones de bomberos y personal de Defensa Civil del distrito para prestar ayuda en el rescate.
Los bomberos ingresaron al túnel que tiene unos 3 kilómetros de largo pero no pudieron divisar a la perra. Más tarde llegó también personal de la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires quienes levantaron las tapas pluviales de las calles Segundo Sombra, Facundo y De la Tradición e ingresaron por allí en busca del animal pero no tuvieron suerte.
Ya de noche, se dio por finalizado el operativo con resultado negativo. “Pero yo no me di por vencido”, relata Daniel. “Me quedé en las inmediaciones y cada dos horas bajaba, me metía en el túnel y alumbraba, pero nada”.
A la mañana se fue a su casa a darle de comer a sus 8 perros y cuando volvió comenzó a caminar por el arroyo en sentido a la desembocadura del Río Reconquista y fue en ese momento cuando vio a la perra. “Lo llamé a Roberto Gondar que es el director de Defensa Civil, quien puso su personal a disposición y juntos logramos rescatarla”, recuerda aún conmovido. “Estaba desesperado; para mí la vida de esa perra es tan valiosa como la de una persona”.
Como era de esperar, la mascota pasó la noche en la casa de Daniel y allí se quedará: “no soy bueno alojando a perros en tránsito; enseguida me encariño y decido quedármelos”, asegura y celebra que sus 8 perros aceptaron muy bien a la recién llegada que el rescatista bautizó como Roxy. Según se pudo saber de boca de los policías de la posta de Martín Fierro y el Camino del Buen Ayre, donde la perra cayó al agua, se trataba de un animal de la calle que ellos habían visto deambular por la zona desde hacía ya mucho tiempo.
Finalmente, la perra fue trasladada a la Clínica Veterinaria del Municipio de Ituzaingó para su evaluación. “Se portó excelente” cuenta orgulloso Daniel: “la pincharon 4 veces y se quedó mansita. Estaba llena de garrapatas y le administraron una medicación específica con la que ya pudo despedirlas. Además le suministraron un remedio para la erliquia (enfermedad canina que se transmite por la mordedura de las garrapatas) y protectores gástricos por el agua podrida que ingirió durante tantas horas en el arroyo”.