El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dio un fuerte giro en la relación con Israel tras confirmar oficialmente que Brasil apoya a la iniciativa de Sudáfrica de pedir a la Corte Internacional de Justicia que declare como “genocidio” los actos del gobierno israelí en la Franja de Gaza.
A través de un comunicado de la cancillería, Brasil informó “a la luz de las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario, el Presidente expresó su apoyo a la iniciativa de Sudáfrica de pedir a la Corte Internacional de Justicia que ordene a Israel el cese inmediato de todos los actos y medidas que puedan constituir genocidio o crímenes conexos”, según los términos de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio.
“El gobierno brasileño reitera su defensa de la solución de dos Estados, con un Estado palestino económicamente viable que viva al lado de Israel, en paz y seguridad, dentro de fronteras mutuamente acordadas e internacionalmente reconocidas, que incluyen la Franja de Gaza y Cisjordania, teniendo Jerusalén Este como su capital”, continúa.
La postura de Brasil se comunicó luego de una reunión de Lula con el embajador palestino en Brasilia, Ibrahim Alzeben, para discutir la situación de los palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania, después de más de tres meses de la actual crisis.
“El presidente Lula recordó la condena inmediata de Brasil a los ataques terroristas de Hamás el 7 de octubre de 2023. Reiteró, sin embargo, que tales actos no justifican el uso indiscriminado, recurrente y desproporcionado de la fuerza por parte de Israel contra civiles. Ya son más de 23 mil muertos, de los cuales el 70% son mujeres y niños, y hay 7 mil personas desaparecidas”, apuntó el comunicado.
“Más del 80% de la población fue objeto de traslados forzosos y los sistemas de salud, agua, energía y suministro de alimentos están colapsados, lo que caracteriza el castigo colectivo”, destacó.
El líder brasileño también habla de “promover un alto el fuego, la liberación de rehenes en poder de Hamás y la creación de corredores humanitarios para proteger a los civiles”. Resaltó también “el papel incansable de Brasil en el ejercicio de la presidencia del Consejo de Seguridad a favor de una solución diplomática al conflicto”.