En un tiempo récord de apenas cuatro días, se presentó el lunes, se aprobó en la comisión de Educación y Cultura el martes y este jueves, en la tercera sesión pública extraordinaria, el Concejo Deliberante convirtió unánimemente en ordenanza el otorgamiento del título de “Ciudadano Ilustre” al empresario hotelero y de medios Florencio Aldrey, “por su destacada contribución al desarrollo integral y crecimiento sostenible de la ciudad de Mar del Plata y del Partido”.
La celeridad en el tratamiento y la aprobación del expediente en cuestión marca un hito histórico en los anales del HCD, donde las tres fuerzas políticas representadas lograron superar la grieta y diluir transitoriamente los disensos interpartidarios, lo cual constituye un mérito aparte del Ciudadano Ilustre, cuyos calcetines deben estar húmedos ante el reconocimiento unánime del Cuerpo Deliberativo.
Cabe traer a colación que la iniciativa legislativa fue impulsada por los curules radicales Daniel Núñez, Gustavo Pujato y Ricardo Liceaga Viñas, quien reemplaza en la banca a la actual secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, y que el camino para este tipo de reconocimientos, quedó allanado en la primera sesión pública ordinaria de prórroga del 28 de diciembre, cuando el interbloque Juntos por el Cambio promovió una serie de modificaciones en la ordenanza 19.718, instituyendo el título de “Ciudadana/ Ciudadano Ilustre”, que fueron unánimemente aprobadas.
Si bien en los corrillos más de un edil y varios asesores de los bloques del HCD, comentaron el pasado martes, tras la reunión de la comisión de Educación y Cultura, que con esta iniciativa el Cuerpo Legislativo pasa por alto que Florencio Aldrey junto a su familia y otras personalidades y legisladores, integraron el listado de “vacunados VIP”, que derivó en un escándalo nacional y en la renuncia de Ginés González García como ministro de Salud del gobierno del ex presidente Alberto Fernández, a la hora de la votación nadie se atrevió ni siquiera a gesticular, aunque la procesión de la vergüenza corroyera por dentro.