Recientes fallos de Minneapolis (Estados Unidos) y Australia obligan a la empresa UBER a remunerar a los choferes que prestan servicio para la aplicación.
En el caso de Minneapolis recientemente se obligó a la empresa UBER a pagar un salario de US$ 15,57 la hora a quienes trabajen para la aplicación, pero cómo la empresa no quiere cumplir con eso tomó la drástica decisión de cerrar sus puertas y dejar en la calle a miles de trabajadores.
En tanto que en Australia, Uber ha llegado a un acuerdo con los abogados que presentaron una demanda colectiva en nombre de los taxistas australianos, para pagarles 272 millones de dólares, en el quinto acuerdo de demanda colectiva más grande en la historia legal de ese país.
La demanda se presentó inicialmente en nombre del taxista de Melbourne, Nikos Andrianakis, pero creció como una demanda colectiva hasta incorporar a más de 8.000 taxistas, que acusaban a Uber de haberles perjudicado económicamente al establecer y operar sus servicios UberX en Australia ilegalmente.
El acuerdo dejaría “fuera de toda duda” la responsabilidad de la multinacional, según Michael Donell, director de Maurice Blackburn Lawyers, que representa a los demandantes. La empresa “luchó con uñas y dientes durante los cinco años que ha durado el proceso” para negar cualquier compensación, ha añadido.
Uber ha subrayado en un comunicado que cuando comenzó sus operaciones en el país no existían normas sobre el uso compartido de vehículos en ningún lugar del mundo, “y mucho menos en Australia”, aunque ahora sus actividades están reguladas y forman parte de los servicios de transporte del país.