En el marco del desfinanciamiento y vaciamiento al Conicet ejercido por el Gobierno de Javier Milei, se conoció el número de becas otorgadas para el año 2024: solo 600, en vez de las 1.300 anunciadas en 2023. Esto significa un gran ajuste a la ciencia y tecnología nacional, lo que pone en riesgo la continuidad de muchos proyectos.
Este año se anunciaron 240 becas menos que en 2003, y teniendo en cuenta el período 2013-2023, es el piso más bajo de los últimos diez años. Sus trabajadores, investigadores y becarios repudian los despidos indiscriminados y el desfinanciamiento. En redes sociales, Jorge Aliaga, físico e investigador del Conicet compartió una serie de gráficos donde se puede apreciar la cantidad de becas otorgadas año a año por el organismo.
En medio de una campaña de desprestigio hacia científicos e investigadores que plantea el Gobierno, es importante defender a uno de los organismos científicos con más renombre de América Latina. A raíz de esto, C5N.com dialogó con dos becarias y un becario del Conicet, quiénes plantearon por qué es trascendental un país con desarrollo científico y por sobre todo para qué.
“Significa un recorte brutal que genera un achicamiento de la planta de becarios del organismo”, aseguró Florencia Cascardo, Licenciada en Ciencias Biológicas y Doctora en Química Biológica, becaria postdoctoral del Conicet. En la misma línea, Lucas Kreiman, Licenciado en Ciencias Biológicas de la FCEN-UBA, remarcó que “la ciencia es un trabajo colectivo” y que la falta de colegas “hace que la potencialidad sea cada vez menor” lo que achica los lugares de trabajo científicos.
“Hoy gran parte de la planta del Conicet son becarios, hay 12 mil a nivel nacional, solamente estamos en formación, la realidad es que los becarios somos los que sostenemos el funcionamiento del sistema científico, realizamos todos los días tareas de investigación y de docencia en todas las áreas, exactas, médicas, sociales, etc.”, expresó Juliana Yantorno, Socióloga y becaria doctoral que trabaja en el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales.
Esto principalmente repercute en el funcionamiento diario, que se sostiene a través del trabajo de los becarios e impacta en la formación de los futuros investigadores. Este recorte se realizó en todas las áreas de estudio por igual, por ejemplo en el área de Ciencias Médicas, solamente se otorgaron 26 becas doctorales, esto significa que “proyectos de investigación de gran relevancia sobre dengue, oncología, enfermedades neurodegenerativas, infecciosas, cardiovasculares y autoinmunes, entre muchísimas otras, no van a poder desarrollarse”, añadió Cascardo.
Este efecto motosierra del gobierno de Javier Milei no está teniendo lugar únicamente en el Conicet sino en educación, con la quita del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), el desfinanciamiento a las Universidades Públicas y la falta de recursos y despidos en la construcción de los reactores nucleares CAREM-25 y RA-10.
“Hay una cuestión de para qué se usan los conocimientos, por eso es importante tener una ciencia pública, porque hay muchas de estas cosas que no son rentables: son para el cuidado de la población. ¿Qué empresario te va a destinar plata para pensar qué hacemos con la malnutrición infantil o con el dengue?”, cuestionó Yantorno, mientras que en pleno pico de casos de dengue el Estado no gestiona campañas de prevención ni vacunación.