A partir de un proyecto presentado por la concejala de Unión por la Patria, Valeria Crespo, el Concejo Deliberante hizo entrega este viernes de la “Declaración de Interés” por el 35o Aniversario de la creación del Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada (CAMM).
Se trata de una organización que hace más de 35 años funciona en la ciudad de Mar del Plata y que desde sus inicio brinda apoyo y un espacio de escucha activa a mujeres que sufren violencia a manos de sus parejas, lo que hoy luego de sancionada la Ley 26485 conocemos como “violencia doméstica”.
Al respecto, la concejala Valeria Crespo, autora de la iniciativa legislativa, manifestó que “sin dudas el Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada es un ejemplo de lucha, con escucha activa y un trabajo de acompañamiento a las mujeres en situación de violencia, sumado a actividades de prevención y capacitación en la materia, constituyéndose en un espacio de consulta permanente de personas y profesionales que requieren asesoramiento en la temática”.
Sus integrantes con constancia, formación y dedicación instalaron en nuestra ciudad la temática: visibilizando las distintas violencias que sufrimos las mujeres, procurando que se comenzara a ver la violencia hacia las mujeres como una “cuestión pública” y no un problema de pareja que debía resolverse en forma privada.
Diariamente, realizan su trabajo de manera voluntaria habiendo conformado un equipo de mujeres preparadas en la temática, sensibles y atentas a la palabra de quienes se acercan solicitando apoyo.
Alba Salinas y Valeria Scarpetta, integrantes del CAMM, contaron que en 1988 se decidió dar inicio a un proyecto colectivo cuyo objetivo fue brindar un espacio de escucha a mujeres que sufrían violencia a manos de sus parejas, ex parejas, novios, esposos.
“Hoy hablamos de violencia de género. También de violencia patriarcal. De manera voluntaria y militante fuimos conformando un equipo de trabajo sólido, con compañeras formadas en la temática, sensibles, atentas a la palabra de quienes se acercaban solicitando apoyo asesoramiento y contención. Ampliamos nuestras acciones, nos definimos feministas y tomamos la calle, espacio de reclamo, en la convicción de que la atención era necesaria pero no suficiente. Pretendíamos cambiar la realidad desigual, erradicar las violencias y transformarlo todo”, aseguraron.