Tesla despedirá a más del 10% de su plantilla, que supondría unas 14.000 salidas, según ha avanzado el medio especializado Electrek basándonos en un comunicado interno. La medida buscaría reducir costes y duplicidades tras años de fuerte crecimiento y en pleno frenazo en la demanda de eléctricos. Este mismo lunes ya se han notificado los primeros despidos.
“Mientras nos preparamos para nuestra próxima fase de crecimiento, es extremadamente importante analizar todos los aspectos para reducir costes y aumentar la productividad”, ha escrito Elon Musk, consejero delegado, en un correo electrónico, señala Bloomberg. “Como parte de este esfuerzo, realizamos una revisión exhaustiva de la organización y tomamos la difícil decisión de reducir nuestra plantilla en más de un 10% a nivel mundial. No hay nada que odie más, pero hay que hacerlo”.
Falta concretar qué áreas se verían más afectadas. Tesla contaba con 140.473 trabajadores a nivel global a cierre del último ejercicio, el doble que hace tres años. “Hemos crecido rápidamente con varias fábricas expandiéndose en todo el mundo. Con este rápido crecimiento ha habido una duplicación de roles y funciones en ciertas áreas”, detalla Musk. La marca suma plantas en EE.UU., Alemania y China.
La empresa arrastra una caída de las entregas en el primer trimestre, la primera en cuatro años y un resultado peor que lo esperado por los mercados. Los analistas esperan una caída de las ventas en el conjunto del año, citando la floja producción del Cybertruck y pendientes de que se arranque la producción de un vehículo de próxima generación a finales del 2025.
Tesla ha tardado en renovar sus modelos, ya que las altas tasas de interés han reducido el apetito de los consumidores por modelos caros, mientras que sus rivales de China, el mercado automovilístico más grande del mundo, lanzan modelos más baratos y le comen terreno. Musk ha descartado sus planes de producir un eléctrico barato.
La compañía busca apuntalar sus márgenes, que se han visto afectados por repetidos recortes de precios para ganar volumen y mercado. Esa estrategia la usó especialmente en China, donde enfrenta una dura competencia de rivales locales, incluido el líder del mercado BYD, que superó a la compañía estadounidense como el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo en el cuarto trimestre.
Las dificultades se acaban reflejando en el mercado. En lo que va de año las acciones de la compañía, la de mayor valor bursátil del planeta, se han desplomado un 30%. Además cotiza un 60% por debajo de sus máximos de finales del 2021.