En diálogo con Cazador de Noticias, Cristian, el empleado del kiosco de la Avenida Peralta Ramos al 700 que en la víspera evitó un robo a mano armada solo con gas pimienta, aseveró que “en lo que va del año ya nos robaron 6 veces y con armas. Y esta vez fue igual, pero gatillaron dos veces. Toqué el botón antipánico pero no funcionó. La policía tardó veinte minutos en llegar y vinieron porque una señora escuchó los tiros y llamó al 911. Acá estamos solos, no hay seguridad y siempre pasa algo acá en esta cuadra: si no es la panadería, somos nosotros, si no los chinos. Pero siempre a alguien le están robando en esta cuadra. Nos vamos acostumbrando a que pasen los robos a cada rato”.
Alrededor de las 14: 20 del lunes, dos sujetos jóvenes encapuchados le exigieron la recaudación y se defendió arrojándoles el aerosol en el rostro. El hecho dramático quedó registrado por las cámaras de seguridad del local.
“Cuando me piden la plata, no reaccione para darle nada y fue en ese momento en el que dispararon el primer tiro que pegó en una caja de chicles, y ahí manoteé el gas pimienta y les empecé a tirar a ellos, primero al que estaba enfrente mío y me había disparado, y después al otro. Cuando se estaban yendo, me volvió a apuntar como para tirarme y como no pudo por el efecto del gas pimienta, tiró para arriba, pegó por ahí, pero no me pegó a mí, me pareció que hirió a su propio compañero,” relató.
“Siento una mezcla de bronca e impotencia, no me siento seguro, no me siento cuidado, siento que acá puede venir cualquiera a hacer lo que quiera y no tenemos seguridad para nada. Siempre hay un pretexto para no darnos seguridad”, concluyó.