El presidente Javier Milei llevó este lunes su primera actividad en Los Ángeles, donde se fotografió con la bandera de Israel y expuso en la convención global de inversores que organiza el Instituto Milken. “La Argentina tiene todas las condiciones para ser la nueva meca de Occidente”, aseguró el líder libertario.
Después de ratificar su alineamiento con Israel, Milei se presentó ante una platea de inversores, empresarios de grandes empresas, dirigentes políticos, intelectuales y periodistas. Bajo el título “Oda al capitalismo”, su exposición tuvo lugar en el espacio más importante de la conferencia que comenzó el domingo y finalizará el próximo miércoles.
“La Argentina es un país abierto a entablar relaciones comerciales con todo el mundo, que es además la mayor garantía posible de perpetuar la colaboración y alejarse de la guerra”, destacó Milei. Y agregó: “Y hoy, por primera vez en 150 años, y a contramano de un mundo cada vez menos libre, se convierte día a día en un país más libre”.
Durante su disertación, Milei recordó que a principios de este año, en el Foro de Davos, advirtió que Occidente “está en peligro” debido a que sus líderes “hace tiempo se alejaron de las ideas de la libertad”. Y en esa línea, ratificó sus críticas hacia quienes dejaron de defender “las ideas que generaron la prosperidad” y, en cambio, se dedican a escuchar “cantos de sirena”.
“Vengo de Argentina, donde todo esto, tristemente, ya ocurrió a lo largo de los últimos cien años”, expresó el jefe de Estado. “Bajo la premisa bien pensante de querer distribuir entre todos la riqueza producida, la dirigencia argentina comenzó a aplicar la mal llamada doctrina de la justicia social, que concibe que el Estado tiene que hacerse cargo de las infinitas necesidades de la gente”, agregó.
Una vez más, Milei cuestionó el rol del Estado y su protagonismo clave. “Para nosotros la única tarea del Estado es proteger la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos, para que cada uno pueda ser arquitecto de su propio destino. Es una visión parecida a la que sostuvieron todos los países prósperos de Occidente en los momentos más grandes de su historia. La tarea del Estado no es poner plata inventada en el bolsillo de la gente”, consideró.
“Por cien años repetimos este patrón tóxico o amontonando experimentos colectivistas sobre experimentos colectivistas. Y llegamos el año pasado a uno de los pisos más profundos de este ciclo, cuando asumimos el Gobierno y encontramos una situación crítica que, de continuar todo como estaba, la economía se encaminaba a una hiperinflación del 15.000%”, afirmó Milei.