En la previa del comienzo del tratamiento de la Ley Bases en el Senado, la Confederación General del Trabajo (CGT) presiona para que los legisladores de Unión por la Patria voten en contra del texto que ya tiene media sanción. En esa línea, el dirigente de Camioneros Pablo Moyano remarcó que les faltan apenas cuatro votos para lograr que el proyecto se caiga, un pronóstico que levantó polémica.
Quien salió a cruzarlo con dureza fue el diputado liberal José Luis Espert. A través de su cuenta de X (antes Twitter), el economista se refirió a Moyano con una expresión discriminatoria al tildarlo de “simio”, antes de pedir que su pronóstico "no se cumpla".
“Ojalá que al simio éste no se le cumpla el pronóstico. Las dos leyes, Bases y el Paquete Fiscal, son para la gente, los ciudadanos. Justamente para liberarlos de las cadenas de estos sindigarcas”, disparó Espert.
El comentario fue celebrado en la red social por centenares de seguidores. Incluso el presidente Javier Milei le dio ´Me Gusta´ a la intervención de su ahora socio en el Congreso.
Moyano había hecho un análisis más temprano, en diálogo con Radio 10 sobre el estado de la negociación con los senadores para lograr que no se apruebe la Ley Bases, y de la importancia del paro del jueves como método de presión.
“Es importante que el jueves haya cese de actividades. De alguna forma decirle a los senadores y senadoras, especialmente a los que dudan de su voto, que no se puede aprobar una ley que va contra jubilados, trabajadores, empresas del Estado. Todos sabemos lo que conlleva ese proyecto de ley”, remarcó
“Estamos en charlas con los senadores de UxP, la totalidad serán en contra. Faltan cuatro votos, que entendemos que los bloques del peronismo están negociando para que se caiga esa ley. Y que todos los proyectos sean debatidos con los trabajadores”, agregó.
El calificativo que utilizó Espert para referirse a Moyano, comparándolo con un simio, es uno que se encuentra particularmente en el ojo de la tormenta desde hace algunos años, donde otros países lo consideran como un insulto fuera de toda discusión o incluso un delito.
Un ejemplo son las sanciones cada vez más graves que aplica la Conmebol cuando aparecen este tipo de expresiones en los partidos de Copa Libertadores. En Brasil directamente está tipificado como un delito. Se lo considera una 'injuria racial' y no es excarcelable hasta que lo decida un juez, previo apertura de un proceso en el Juzgado Penal Especializado.
Lo sufrió, por ejemplo, un grupo de argentinos que acompañaron a la Selección de Lionel Scaloni en el último partido frente a Brasil en el Maracaná.