El arreglo que la Universidad de Buenos Aires (UBA) cerró este miércoles con el gobierno de Javier Milei dejó afuera al resto de las universidades públicas y la situación está por generar una quiebra entre la casa de altos estudios porteña y sus pares del resto del país.
Luego de que se supiera que el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, había conseguido una extensión del presupuesto por parte del Poder Ejecutivo, el Consejo Interuniversitario Nacional emitió un duro comunicado.
“La actualización en un 270 por ciento del presupuesto de gastos de funcionamiento y de un 300 por ciento para hospitales a la Universidad de Buenos Aires implica el reconocimiento por parte del gobierno nacional de uno de los aspectos del problema -y su grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde enero de este año”, comienza diciendo el texto firmado por el Comité Ejecutivo de la entidad.
Luego, en vista de que el acuerdo entre Milei y la UBA podría haber incluido beneficios extras para los intereses del Gobierno respecto del futuro inmediato de la Ley Bases en el Congreso, aparecen en el comunicado del CIN las palabras más duras.
“Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda”, apuntaron.
Y hubo más: “Exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación”.
Asimismo, destacaron que seguirán trabajando por “por paritarias para las y los trabajadores de las universidades que recompongan la pérdida del poder adquisitivo del salario, por el sostenimiento y el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, por la actualización del monto destinado a becas estudiantiles y por la recuperación de las obras de infraestructura hoy paralizadas”.
Por último, y mientras comienzan a sonar tambores de guerra que podrían derivar en una nueva gran marcha federal, el Comité Ejecutivo del Consejo Universitario Nacional, proclama: “Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de división, ni priorizaremos nunca ningún atajo”.
“El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un problema de recursos, es también de principios”, afirmaron al cierre.